Jóvenes por la Dignidad ha alertado del impacto que tiene en Ceuta el retraso en la resolución y el ingreso de las becas universitarias. Aseguran que, lejos de ser un complemento, estas ayudas son imprescindibles para muchos estudiantes que dependen de ellas para poder estudiar.

El colectivo juvenil respalda la propuesta del MDyC para acortar de ocho a cuatro meses el plazo máximo de resolución. Critican que las becas, al llegar tarde, pierden su función y se convierten en un obstáculo. “La matrícula, el alquiler o el material no esperan a la burocracia”, señalan, y recuerdan que no todos los jóvenes pueden contar con una familia que adelante esos costes.

Aseguran que si se quiere que la educación sea verdaderamente un ascensor social, debe garantizarse el acceso en igualdad de condiciones. De lo contrario, advierten, muchos se verán obligados a abandonar sus estudios por motivos económicos.

Para Jóvenes por la Dignidad, invertir en educación significa facilitar el acceso real y eficaz a las ayudas. “Si no llegan a tiempo, no son una oportunidad, son una barrera más”, concluyen.