La ausencia de una Unidad del Ictus en Ceuta sigue lastrando la atención neurológica en la ciudad, a pesar de que cada año se producen cerca de 400 casos entre Ceuta y Melilla. La situación se traduce en una brecha asistencial inasumible, especialmente cuando la medicina ya ha demostrado qué medidas salvan vidas.

El personal sanitario reclama que se implementen estructuras específicas en ambos hospitales para atender este tipo de emergencias neurológicas, empezando por la creación de una Unidad del Ictus, con participación clave del equipo de Radiología, guardias hospitalarias específicas y laboratorios de Neurosonología. Además, alertan de que la dotación actual de neurólogos está por debajo de la media estatal, lo que merma las posibilidades de una actuación eficaz.

Entre las prioridades urgentes destacan también la mejora de los circuitos de trombectomía, la gestión directa por parte de Neurología y la puesta en marcha de consultas de alta resolución en patología cerebrovascular. Estas últimas permitirían reducir tiempos de diagnóstico y mejorar la respuesta clínica.

Desde el colectivo médico se insiste en que estas medidas son necesarias para reducir la mortalidad y la discapacidad tras un ictus. También se reclama una implicación decidida por parte de la Administración para que estas mejoras pasen de los papeles a los hechos.