Se marchó un gran soldado de Regulares que vistió el uniforme setenta años

Se rompió la rodilla en una práctica de equitación, estuvo a punto de truncar su carrera militar pero no se rindió.

Se marchó un gran soldado de Regulares que vistió el uniforme setenta años

El coronel Luis Manso López-Marizat, ha fallecido a la edad de 92 años, el día 2 de mayo, Ceuta pierde a una de los militares más carismáticos y queridos de su Comandancia Militar, se marchó un gran Soldado de Regulares.

El coronel Manso tuvo una dura infancia marcada por el fallecimiento de su padre, comandante de la Legión, el cual, murió en combate cuando él apenas contaba con seis años de edad. Su madre tuvo que sacar adelante al pequeño Luis y a sus tres hermanos. “Ver a tu madre enferma es muy duro”, confesaba Manso en una entrevista recordando que:

Yo le preguntaba dónde estaba mi padre y ella no me respondía, hasta que un día, tras mucho insistir, con nueve años me dijo: Tu padre ha muerto dando su vida por España y eso espero que hagas tú”.

En 1950, ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza donde tuvo un accidente en una práctica de equitación, se rompió la rodilla y fue arrastrado. Esto estuvo a punto de truncar su carrera militar, pero él no se rindió. Tras sufrir una complicada intervención quirúrgica y una dura rehabilitación, consiguió su sueño de ser oficial de Infantería.

Durante este tiempo en la academia no pudo disfrutar de sus permisos de paseo debido a que la uniformidad que debía portar exigía el uso de botas altas reglamentarias, siéndole imposible su uso debido a las lesiones en la rodilla. Tras conseguir superar el periodo de formación, en 1954 obtuvo el empleo de teniente de Infantería.

En diciembre del mismo año llega a Ceuta, pero su destino le esperaba en el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3 en Marruecos durante el Protectorado. Allí permaneció durante seis años hasta que el Ejército español finalizó el repliegue total de sus fuerzas, siendo uno de los últimos militares españoles en abandonar el territorio marroquí, desde una de las zonas más conflictivas de este país en aquellos años: Telata de Anyera.

1962, asciende al empleo de capitán de Infantería, siendo destinado al Grupo de Fuerzas Regulares de Tetuán nº 1, permaneciendo en dicha unidad hasta su ascenso a coronel en 1986, lo que hace un total de treinta y dos años en las Fuerzas Regulares.

En 1990 fue destinado al frente del Área de Cultura de la Comandancia General de Ceuta, donde fomentó el encuentro entre Ejército y sociedad, dando a conocer la ciudad de Ceuta.

En 1995 pasa a la situación de Reserva, pero su pasión por la vida castrense le hace trabajar de manera altruista:

De uniforme he estado setenta años, de los cuales los últimos treinta los he hecho sin cobrar, sólo mi pensión lógicamente. Pero no me importaba porque he sido muy feliz haciéndolo y he tenido la oportunidad de ofrecer más de trescientas conferencias”.

Fue colaborador de un medio y de otras publicaciones civiles y militares, donde publicó numerosos reportajes y escritos para difundir la historia y tradiciones de las Fuerzas Regulares.

El 4 de octubre de 2019, con ocasión de un tradicional Viernes Regular que presidió el teniente general de la Fuerza Terrestre, se despidió de manera oficial de la Bandera del Grupo de Regulares de Ceuta queriendo de esta manera poner un poco de sosiego a la ajetreada agenda de actividades que todavía venía desempeñando en la dirección del Aula de Cultura “Manuel Alonso Alcaide”.

El 24 de septiembre de 2021, con ocasión de un Viernes Regular, el Grupo de Regulares de Ceuta nº 54, le dedicó una exposición temporal como homenaje a una dilatada vida dedicada a la milicia y en concreto a su gran pasión: los regulares.

 

Se marchó un gran soldado de Regulares que vistió el uniforme setenta años
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