La enfermedad renal crónica es un problema silencioso, no tiene síntomas
La enfermedad renal crónica es un problema silencioso, no tiene síntomas
El doctor García Sierra, jefe del Servicio de Nefrología, explica la importancia de la detección precoz en el abordaje de la enfermedad renal crónica.
La enfermedad renal crónica (ERC) es considerada como la epidemia silenciosa del siglo XXI, debido a que los pacientes no presentan síntomas hasta que los riñones casi han dejado de trabajar. Un goteo casi imperceptible que da señales en su estado más grave y que el jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Ceuta, el doctor Francisco García Sierra, detalla que la obesidad, la diabetes y la hipertensión no controlada son algunos de los factores que contribuyen a que muchas personas padezcan estas dolencias.
Por tanto, ¿cuáles son las claves para tener una buena salud renal?
“Principalmente, cuidar estas tres patologías. Es cierto que también hay enfermedades hereditarias que son inevitables, pero si cuidas los malos hábitos del día a día y controlas dichas patologías, se puede evitar una enfermedad renal crónica”, asevera Sierra.
Según datos nacionales, los malos hábitos de vida –como el sedentarismo, la obesidad, hipertensión y diabetes- se ha incrementado en casi un 30 por ciento la mortalidad por enfermedad renal crónica en una década en España. Si seguimos la tendencia, habrá un incremento significativo que la situé como la segunda causa de muerte en el país. En la misma línea, el número de casos nuevos ha aumentado un 10 por ciento al pasar de 128 por millón de población en 2008 a 141 en 2017.
Para interrumpir esa tendencia, el doctor García Sierra explica una serie de recomendaciones básicas. “Un análisis de sangre o de orina anual o bianual es muy recomendable para la detección precoz y el tratamiento oportuno. Tenemos un sistema público de salud maravilloso y los pacientes pueden acudir al Hospital Universitario de Ceuta y que nuestro equipo de profesionales sanitarios realice exámenes precisos”.
El doctor incide en que la detección precoz es una prioridad para atajar a tiempo y establecer una estrategia con el paciente para limitar la progresión de esta enfermedad.
Tratamiento
Existen dos opciones para el tratamiento. La diálisis o el trasplante. García Sierra precisa que el trasplante es la opción ideal para aquellos pacientes que están en una fase avanzada de insuficiencia renal, aunque lamenta que no todos puedan acceder a ello directamente.
“Con el trasplante de riñón la persona recupera íntegramente su calidad de vida a diferencia de aquella persona que tiene que estar conectado a una máquina de diálisis tres a cuatro veces por semana, pero trasplantar un riñón no es tan fácil. Hay que tener un estado de salud adecuada y estar en forma para superar una operación de cuatro o cinco horas”, señala el jefe del servicio de Nefrología.
Además, recuerda que también existe la oportunidad del donante vivo. “Se puede vivir con un solo riñón y por eso animo a toda la población a que se haga donante y pueda salvar la vida de aquellas personas que están a la espera de su órgano compatible”.
Bulos sobre la salud de los riñones que no debes creer
- ¿El dolor en la zona lumbar y el ardor en las manos es síntoma de daño renal?
“Hay un porcentaje mínimo en el que a raíz de un dolor lumbar se diagnostica un daño renal. En el 98% de los casos no son dolores de riñón, sino dolores de otro origen como puede ser articular o cervical”.
- ¿Se puede vivir con un solo riñón?
“Absolutamente sí”, asegura el doctor, que señala que muchas personas “nacen con un solo riñón y viven igual que una persona que tiene dos. Igual de feliz, no tienen ningún riesgo mayor”.
- ¿Se puede comer lo que uno quiera bajo un tratamiento de diálisis?
A raíz de esta pregunta, García Sierra hace mención a los jóvenes que toman una gran “sobrecarga de proteínas, que están machacando sus riñones, por lo que hay que controlar lo que uno come”, y es que la diálisis no reemplaza las funciones de un riñón saludable. “El paciente debe vigilar en todo momento la cantidad de comida que ingiere”, concluye el doctor.