Ayer sábado, los talibanes, se encontraban a las puertas de Kabul, en las localidades de Sharana, Pol-e-Alam, y Maidan Shahr, ahora se confirma la noticia por medio de la agencia 24 France, que:

“Los insurgentes islamistas capturaron todo Logar y detuvieron a sus funcionarios provinciales, dijo Hoda Ahmadi, legislador de la provincia y agregó el mismo, que los talibanes llegaron al distrito de Char Asyab, a solo 11 kilómetros de la capital”.

Por otra parte, la agencia AFP informa de la toma de la ciudad de Mazar e Sarif, hoy día 14, según detalló el parlamentario a Abas Ebraimzada que:

“Después de algunos combates, se rindió el ejército, hecho que dio lugar a que lo hicieran las milicias progubernamentales, a continuación. El ex general Dostum y el ex gobernador Noor, abandonaron la ciudad, estando ahora mismo en paradero desconocido. La caída de esta importante localidad otorga en control al Talibán de todo el norte del país”.

Todo indica que los talibanes, están maniobrando sobre el terreno, con dos propósitos, el primero, acercarse a la capital, para llegado el caso poder realizar tiros de hostigamiento con alcance eficaz, sobre objetivos en la capital con el posible propósito de dificultar la operación de evacuación de los estadounidenses, o al menos, amenazarla.

El segundo propósito de los insurgentes sería maniobrar para bloquear las rutas de acceso terrestres al capital, antes de la llegada del invierno, hecho que, si se produce, acelerará la caída de la ciudad a medio plazo, con una población de casi cuatro millones de habitantes. Habría que realizar un gigantesco esfuerzo para suministrar a una ciudad de ese tamaño de lo necesario para alimentarla, solo por vía aérea.

Estos son los aspectos militares del problema en este momento. Pero desde el punto de vista político, la maniobra descrita anteriormente puede producir una posición de fuerza, para intentar obtener ventajas en las negociaciones de Qatar, bien de la comunidad internacional o bien de propio Gobierno afgano del señor Ashraf Ghani Ahmadzai.

Estas ventajas podrían ser a cambio de evitar por su parte, un derramamiento de sangre en la captura de Kabul, liberando a los presos de las cárceles del gobierno afgano. Asimismo, evitar o relajar la persecución de los líderes, por la comunidad internacional. También, facilitar un reconocimiento internacional del nuevo Estado y evitar sanciones económicas.

El presidente afgano, -según la agencia RT- afirma en mensaje “pregrabado” a la nación que, “La reestructuración de las fuerzas de seguridad y defensa es nuestra absoluta prioridad” y que, “se propone evitar un derramamiento de sangre”. En opinión del analista García Watson, “el presidente, está a punto de ofertar al movimiento Talibán el poder de gobernar conjuntamente”.