Tras el recate de un joven inmigrante de 25 años, hace aproximadamente una semana en aguas del Estrecho, que había entrado desde Marruecos nadando desorientado tan solo con un flotador. El joven fue rescatado por un socorrista de playa de la empresa Masarve, con hipotermia, en la bahía norte.

Pues bien, la historia se repite la tarde del sábado (13), ahora con once niños MENA marroquís, que pusieron rumbo a la península desde las escolleras del Muelle de Poniente, en una pequeña embarcación de fibra.

El socorrista de la playa Benítez, diviso a los menores y otro compañero se dirigió a los pequeños en una moto de agua, alertando al SEMAR y Salvamento Marítimo, que han recogido a los chavales con edades comprendidas entre los seis y once años.

Estos críos no saben el peligro que encara cruzar el estrecho en una barca, la que, su único gobierno eran remos de palos. No son conscientes de las corrientes, con las cuales puedes aparecer en Cabo Negro (Marruecos) o en Málaga, por poner un ejemplo de casos ya sucedidos. Y eso, que el tiempo tiene el mar como un plato.

Estos chicos algunos no quieren estar en centros tutelados por la Ciudad y, viven el día a día en la escollera, lo que no entendemos es porque al ser menores y tener que estar bajo tutela de la Administración local, los dejan deambular a altas horas de la mañana, rebuscando en los contenedores, sin que, nadie mueva ficha, solo en una ocasión la delegada del Gobierno, actuó ordenando una batida tras la presión ciudadana.

Estos pequeños, son el fracaso del segundo intento de pasar a la península, tras los controles de la Operación Fin de Feria, en donde fueron interceptados cuarenta y cuatro menores.