Según la agencia estatal MAP a través de un balance provisional del Ministerio del Interior, a última hora del sábado, los datos sobre el seísmo que sacudió la noche del viernes, a varias provincias y prefecturas del Reino de Marruecos dejó 2.012 muertos y 2.059 heridos, de los cuales 1.404 están graves.

La sacudida causó 1.293 muertos en la provincia de Al Hauz, 452 muertos en la provincia de Taroudant, 41 muertos en la provincia de Uarzazat y 14 muertos en la prefectura de Marrakech, precisó el Ministerio en el comunicado.

Ningún deceso se registró en las provincias y prefecturas de Chichaua, Azilal, Agadir Ida Outanan, Gran Casablanca, Youssoufia y Tinghir, añadió la misma fuente.

El terremoto ha tenido una magnitud de 6.8 en la escala Richter, con un epicentro a 80 kilómetros al suroeste de Marrakech y un hipocentro o foco a ocho mil metros de profundidad. Marruecos está expuesto a mucha actividad sísmica al estar situado entre dos placas tectónicas: la euroasiática y africana. Los sismos han tenido cientos de réplicas, las que, han llegado al sur peninsular y canarias.

En estas desgracias siempre se cobra la población más humilde, y se ceba con las construcciones más precarias o poco preparadas. La población de Marruecos recuerda todavía el terremoto de 5.8 de Agadir en 1960, que se cobró 15.000 víctimas. Y años atrás, en 2004, en Alhucemas con una magnitud 6.4, murieron más de 600 personas y más 600 víctimas mortales, llegando los heridos a casi mil.

El presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas, FEERI, Mounir Benjeloun, en nombre de todos los miembros de la organización, quiere trasladar a través de su delegado en Ceuta Abdelmalik Mohamed, su solidaridad con los afectados y víctimas del terremoto registrado en Marruecos.