La presión de Marruecos sobre Ceuta: una amenaza constante
Ceuta vive bajo una presión constante de Marruecos, que utiliza estrategias diplomáticas y económicas para socavar la estabilidad de la ciudad autónoma. Las acciones del país vecino, que van desde el cierre unilateral de fronteras hasta la imposición de restricciones comerciales, demuestran una clara intención de debilitar la posición de Ceuta como territorio español.
A pesar de los esfuerzos por mantener relaciones de buena vecindad, la realidad es que Marruecos actúa con hostilidad hacia Ceuta y Melilla, considerándolas parte de un "territorio pendiente de recuperar". Esta narrativa, impulsada incluso en los libros de texto marroquíes, refleja una política que no reconoce la soberanía española sobre las dos ciudades autónomas.
La reapertura de la frontera en 2022, tras dos años de cierre por decisión marroquí, dejó en evidencia la fragilidad de los acuerdos bilaterales. Marruecos sigue utilizando el control fronterizo como herramienta de presión, dificultando el paso de mercancías y afectando la economía ceutí. Además, la insistencia en regular los flujos migratorios, sin un compromiso firme por parte del país alauita, genera inseguridad y tensiones constantes.
Mientras tanto, el Gobierno español ha destinado millones de euros para reforzar la seguridad y modernizar la frontera, apostando por un sistema inteligente que aún no cuenta con la plena cooperación de Marruecos. Este esfuerzo contrasta con la falta de reciprocidad del vecino del sur, que continúa instrumentalizando a los migrantes como herramienta de chantaje político.
Es hora de que España adopte una postura firme ante Marruecos, dejando de lado las concesiones y exigiendo respeto hacia Ceuta y Melilla como territorios inalienables. La defensa de nuestra soberanía no puede depender de acuerdos frágiles ni de buenas intenciones que no se materialicen en hechos.
Ceuta merece respeto, estabilidad y un futuro libre de amenazas externas. Las políticas de apaciguamiento deben dar paso a una estrategia que priorice los intereses de los ceutíes frente a las pretensiones expansionistas de Marruecos.