Duro relato de un sirio: “En todas las casas hay un fallecido, un desaparecido, o …”

Duro relato de un sirio: “En todas las casas hay un fallecido, un desaparecido, o …”
El día de la caída del régimen de Bashar al-Ásad, Robin se encontraba en Arabia Saudita
El día de la caída del régimen de Bashar al-Ásad, Robin se encontraba en Arabia Saudita
Celeste Marcóniz
Celeste Marcóniz

Robin Asalieh, vive en España, aunque nació en Siria. En el año 2011, lejos de su tierra natal y mientras estudiaba el bachillerato, seguía con mucha atención los eventos que se desataban en Siria. El conflicto estalló ese mismo año y la guerra civil en su país lo atravesó con un dolor profundo. Por aquel entonces, mientras repasaba las noticias de Siria, vio algo que jamás se irá de su memoria. En un grupo de Facebook donde publicaban a diario lo ocurrido en su barrio de Damasco, vio la imagen de varias personas que habían perdido la vida y una de ellas era de su amigo de la infancia. El impacto fue brutal. Un golpe emocional que hoy sigue superando.

Mucho antes de este duro acontecimiento, para él, Bashar al Álsad (expresidente de la República Árabe de Siria) era una figura heroica, un personaje de la resistencia pro-Palestina, un líder que se oponía al capitalismo y que se mantenía firme ante las presiones internacionales. Pero la realidad de quien estaba frente a Siria era más compleja. No obstante, Robin Asalieh era consciente de que el país vivía una corrupción profunda y que la falta de libertades, como la de expresión, era palpable.

Como millones de sirios, el joven reconoció la importancia de un cambio en Siria, pero jamás imaginó que el resultado fuera una guerra civil y muertes. “Sinceramente no hubiera estado a favor de ese cambio porque hubiera preferido vivir sin libertad pero que no haya muertos (…) Pero pasó lo que pasó, estaba fuera de nuestras manos y nos afectó a todos los sirios, ya que en todas las casas hay, mínimo, un fallecido, un desaparecido, o alguien perdió su hogar”.

El Gobierno de Siria se derrumbó en la madrugada del domingo 8 de diciembre del 2024, marcando el fin de los más de 50 años de mando de la familia Al Assad. El derrocamiento del presidente sirio se dio luego de que una ofensiva rebelde barriera las zonas controladas por el Gobierno de Bashar y llegara a la capital en sólo 10 días.

Siria, libre…

Al anunciarse la liberación de Siria, la respuesta de la gente fue positiva y llena de esperanza, comenta Robin. Esta exención alcanzó a hombres, mujeres y niños nacidos en prisión, donde se habían cometido torturas, ejecuciones extrajudiciales y violaciones. Uno de esos sitios es la famosa prisión de Saydnaya, a la que muchos se han referido como "la prisión roja" o "el matadero humano".

“Cuando hay un cambio después de tantos años de tiranía emergen muchas preguntas sobre, ¿qué es lo que sigue?”, se cuestiona el sirio Asalieh al señalar que el fallido proyecto de democracia en Irak es una lección que se quiere evitar repetir en Siria.

Sin embargo, es latente la preocupación sobre el futuro del país y es irremediable remontarse al antecedente del territorio de Los Altos del Golán que formaron parte de Siria hasta 1967, cuando Israel se apoderó de la mayor parte de la meseta en la Guerra de los Seis Días, la ocupó y se la anexó unilateralmente en 1981. “Hoy Israel mostrándose como un aliado de la liberación siria empieza a avanzar y declarar zonas militares especiales en territorio sirio y eso preocupa”, comenta Robin.

Por otro lado, entiende que hay temor de que las mismas figuras que impulsaron la oposición y grupos extremistas -ubicándose detrás del Estado Islámico- sean quienes determinen el futuro de Siria, contando con el apoyo de gobiernos occidentales. Asimismo, esto también generaría incertidumbre en los cristianos ortodoxos y los alauitas, sobre cómo se respetarán sus derechos.

Robin enfatizó la importancia de que el pueblo sirio sepa para qué está listo y las medidas que tome puedan llevar a la autodeterminación del pueblo.

Un triunfo compartido

El día en que el Gobierno de Ásad cayó, Robin arribaba a Arabia Saudita, con el fin de disfrutar de un viaje relajante y terapéutico: “Mi visita coincidió con la liberación de Siria y me gustó como los locales compartían esa alegría conmigo, como si ellos fueran sirios, fue un momento muy bonito”.

Asimismo, comentó que, en general, Arabia Saudita ha mantenido una relación amistosa con el pueblo sirio, debido a que este ayudó con financiamiento a la oposición. Para Robin que su país de origen establezca buenas relaciones con Arabia Saudita es beneficioso en múltiples sentidos.

Desear o poder regresar…

Desde la caída de Bashar al Asad, más de 200.000 refugiados sirios regresaron a su país, según informó la ONU.

Asalieh puso de relieve que hay dos grupos diferentes de refugiados. Los que están en Europa y aquellos que se encuentran en Turquía, Líbano y Jordania. Estos últimos, la mayoría vive en campos de refugiados, donde su situación es muy precaria debido al frío, la falta de higiene y muchas otras dificultades. Robin reflexionó que la mayoría de estos habitantes anhelaría retornar a Siria, a sus casas y ciudades. Sin embargo, entiende que “desearlo” es una cosa y “poder hacerlo” es otra, ya que muchas familias perdieron sus casas a causa de los bombardeos.

“Para que las familias puedan regresar, señala, en primer lugar, se les debe garantizar seguridad, que ya existe, también vivienda y empleo”.

“Además, hay refugiados que llevan más de diez años fuera de Siria, y regresar a Europa para empezar de nuevo puede ser una experiencia dolorosa. Por otra parte, hay muchas familias que ya se han adaptado a una nueva sociedad. Para aquellas familias que aún no se han adaptado y que llevan poco tiempo fuera de Siria, sería beneficioso ofrecerles una vía de retorno”, sostiene. 

Otro dato que duele es que tras la guerra el 70% del país quedó destruido. “La recuperación del país llevará décadas. Los sirios tenemos la responsabilidad de reconstruirlo, si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo hará?”, se pregunta Robin.

Lo cierto es que tanto él como millones de sirios aún desconocen cómo gobernará el nuevo gobierno y qué les espera de ahora en adelante.

Esta entrevista nos lleva a reflexionar que detrás de cada historia de guerra hay seres humanos que anhelan la paz y la esperanza.

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