La Cofradía del Santísimo Cristo de la Encrucijada y Santa María de las Lágrimas, ha realizado su estación de penitencia este Jueves de Pasión.

Segundo año consecutivo desde la toma de posesión del hermano mayor, Pedro Mariscal Rojas, tras el mandato de Javier Expósito.

Recordemos que Mariscal solo se tuvo que enfrentar al número de votos requeridos a los hermanos, ya que, fue la única candidatura presentada por el actual presidente del Banco de Alimentos de Ceuta.

La Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Encrucijada, presidida por Rubén García, contempla en un convenio en agosto 2022 con la Ciudad de 25.000 euros, la participación de la asociación en cuantos actos sea solicitada su presencia, entre ellos las procesiones de Semana Santa. ¿Dónde está esta banda? O será que. al ser de reciente creación todavía no tienen repertorio para procesionar. Pues a la Cofradía la acompañó Agrupación Musical Nº Padre Jesús Caído y Virgen Nª Sª de la Amargura.

La Cofradía tiene dos pasos, uno de misterio y otro de palio, el primero custodiado por la Guardia Civil y el segundo por el Grupo de Regulares de Ceuta.

La cofradía en 2022 al igual que en 2019 con el paréntesis de los dos años de pandemia, el Cristo salió sin paso, porteándose sólo la cruz y la Virgen en parihuela. En 2018 y 2017, el Cristo al igual que en años posteriores, pero con la Virgen bajo palio.

Ya en 2016, sobre el paso del Cristo, frente a la cruz, se dispuso la imagen de la Virgen, no dando la sensación de una Vera Cruz, además de repartir el peso a los cargadores.

Pues bien, este año a la imagen del Cristo en la cruz, se le añadió el palio de la Virgen. No queremos hacer cábalas, de porque el misterio no sale completo, pero creemos que es debido otra vez a la falta de costaleros.

Esta Cofradía se caracteriza entre otras muchas cosas por hacer un encuentro a la altura de la estatua de Regulares en Hadú, y también por la salida de los pasos del callejón de la iglesia de san José.

También por su recorrido quizás el segundo más largo después de La Amargura, pero es, el que apechuga una tremenda cuesta, la que, dependiendo de los designios de la Junta de Gobierno cambia su recorrido, y este año no será por Otero.

Pero este año 2023, como el anterior no será así, pues la cofradía saldrá de la catedral, porque como bien sabemos la iglesia está en obras, tras el derrumbe de la cubierta y el hundimiento del techo, para la cual se aprobó en el Pleno una partida de 390.000 euros por mayoría de todos los Grupos parlamentarios a excepción de VOX, que votó en contra.