Después de los 60 días de la resurrección de Cristo se celebra la fiesta católica de la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, conocido como el Corpus Domine (antiguamente) o Corpus Christi.

Esta fiesta latría pública que proclama y aumenta la fe de los católicos en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento, que data de 1192, se celebra en muchos lugares del mundo y de España.

Antiguamente el cuerpo de Cristo era recibido por los enfermos graves en sus moradas y, para ello, señalizaban el recorrido haciendo puro el camino adornándolo con flores terminando en la puerta de la casa del que iba a recibir la sagrada comunión.

Con el tiempo se pasó ya a procesionar, y los caminos se convirtieron en grandes y lujosas alfombras de flores, de ahí la villa de Puenteareas perteneciente a la provincia de Pontevedra, es una de las más famosas del mundo en este arte de confección de las mismas que data del año 1778.

Es el día en que los niños y niñas que recibieron este año al Señor procesionan junto a Él, después de haber asistido al oficio en la santa iglesia catedral de Nª Sª de la Asunción. Los niños y niñas suelen vestir de blanco o pastel, aludiendo a la pureza del ritual del bautismo. También se puede portar una vela como símbolo de la luz de Cristo. Así mismo como símbolo de gracia, las niñas llevan velo y los niños moño en el brazo.

Delante del palacio de la Asamblea después de recibir los honores de ordenanza el comandante general, Marcos Llago, recibió de manos del presidente en funciones de la Ciudad, Juan Vivas, el Pendón Real, símbolo del poder municipal, que lo llevo en sequito hasta la catedral. Junto a él, los vicepresidentes en funciones, Mabel Deu y Carlos Rontomé, y los consejeros en funciones Kissy Chandiramani, Alberto Gaitán, Yamal Dris y Alejandro Ramírez. También procesionó el delegado del Gobierno, Rafael García.

Tras la celebración litúrgica, La Custodia procesionó acompañada por delante de una representación con su “bacalao” de cada una de las 19 Hermandades de Penitencia (14) y Gloria (5) de la Ciudad, abriéndola como es habitual la Cruz de Guía con sus ciriales, y detrás de esta los niños y niñas, que recibieron por primera vez su comunión.

Detrás de la custodia, el Palio, a continuación, el vicario de Ceuta, Francisco Jesús Fernández Alcedo, quien ofició la ceremonia religiosa, y todos los presbíteros, incluido el Deán Catedralicio.

El cortejo seglar lo formaban comisiones de servicio de autoridades militares y comitivas civiles que, entre los diputados de los diferentes grupos políticos parlamentarios, se fueron relevando para llevar el Pendón Real durante el recorrido procesional.

Tras la procesión, y de nuevo frente al Palacio de la Asamblea, el comandante general ha devuelto el Pendón al presidente en funciones, y este lo ha enarbolado desde la primera planta del palacio autonómico durante el desfile de la Unidad de Honores (Artillería), la cual desfiló delante de la balconada ante el comandante general y el presidente de la Ciudad el cual al paso de la Fuerza tremolaba el Pendón Real.