La comunidad hindú de Ceuta ha celebrado el domingo día 8, la despedida de Ganesha. Dos días de fiestas de Ganesha o Ganesh, el dios del arte, ciencia, razón e inteligencia, muy distinguido por su cabeza de elefante, cuerpo de niño y barriga.

Los hindúes creen que Ganesh, el hijo de los dioses Shiva y Parvati, elimina los obstáculos físicos e intelectuales de sus fieles. Por esto, los hindúes celebran el día del nacimiento de Ganesha para que el año que viene venga con suerte y prosperidad. Particularmente, a Ganesh les rezan los estudiantes y alumnos que quieren tener suerte con sus estudios. También es especial para los empresarios, que le veneran para que sus negocios acaben con éxito.

En India, las festividades en honor de Ganesha suelen durar casi dos semanas. Sin embargo, en Ceuta solo se celebran dos días.

El segundo día por la mañana, arranca al mediodía en el templo hindú con un ‘aarti’, el rezo del fuego. A continuación, se hace un ritual, dedicado a Shiva, el padre de Ganesh. Hacia el mediodía el ‘aarti’, esta vez, las familias hindúes, pero también sus familiares no hindús, amigos cristianos y musulmanes, pueden participar en la festividad realizando el ‘aarti’ junto a los hindúes, para celebrar con ellos este día tan especial. Asimismo, se repartirían bolsas con fruta y otra con comida típica hindú. Las pequeñas de la comunidad cantarían un himno a Ganesha.

La jornada más importante sería la despedida de Ganesh, con la tradicional inmersión de la deidad en las aguas, la cual, ha sido trasladada la tarde de este domingo (08), después del ‘aarti’ de las cinco de la tarde, desde fue trasladada desde el templo hasta en la plaza Nelson Mandela, una vez allí, una pequeña réplica biodegradable, fue sumergida en agua en una urna de cristal.

El momento más especial fue la inmersión de la deidad en el agua, en el que participaron el presidente de la Ciudad junto al de la Comunidad Hindú, Mohan, junto a la consejera de Cultura, Pilar Orozco, y otras autoridades, como la asesora de la delegada del Gobierno, Marta Fernández y el Comandante General, Marcos Llago. También, participaron representantes de la comunidad israelita, musulmana y cristiana. 

Asimismo, liderado por las mujeres y niñas de la comunidad hindú, hubo ofrendas, cantes y, bailes por parte de la escuela de danza Weill, en honor de Ganesh. Y concluyó con el tradicional reparto de Prashad entre todos los asistentes. Mujeres como las de la familia Mirchandani, fueron las que iniciaron estas celebraciones hace muchos años.

La Ciudad contribuye a esta festividad a través de la Fundación Premio Convivencia, siendo una constante de este Gobierno la cooperación y colaboración con todas las comunidades culturales y religiosas de la ciudad, de ahí surgieron las palabras de agradecimiento de la comunidad hindú en su discurso institucional.

Para el Ejecutivo local esta festividad es una manifestación más de la diversidad cultural de nuestra ciudad, un aspecto muy enriquecedor para todos los ceutíes.

Dicen representantes de la comunidad hindú que sus fiestas pertenecen también a todos los ceutíes. Cierto es que, la comunidad siempre ha hecho un gran esfuerzo para que sus rituales sean abiertos para personas de todas creencias y culturas.

Dos versiones al menos del nacimiento de Ganesha

La primera de ellas fue que la esposa de Shiva, Parvati, lo concibió como el guardia de su puerta para evitar que nadie entrara mientras tomaba un baño. Shiva, su marido llego a su casa y el guardia de la puerta Ganesha no lo dejó entrar, pues no lo conocía, por lo cual Shiva le cortó la cabeza. Parvati la esposa de Shiva quedó sumamente apesadumbrada. Por lo que Shiva, no pudiendo soportar más la tristeza de su esposa, prometió sustituir la cabeza del recién nacido por la del primer ser vivo que pasara por delante de la puerta de su casa. Y ese primer ser fue un elefante.

La otra versión más popular, relata que Shiva se marchó de su hogar cuando su esposa Parvati estaba embarazada. Shiva volvió después de un tiempo y tuvo una disputa con su hijo, sin saber que lo era, matándolo, lo que le produjo a Parvati una gran consternación. Entonces Shiva prometió sustituir la cabeza del recién nacido por la del primer bebé que no estuviera entre los brazos de su madre. El único ser vivo que cumplía la promesa fue un elefante.