El dictador Putin amenaza si, Finlandia y Suecia, países neutrales y no pertenecientes a la OTAN, pero si a la Unión Europea, ingresan a formar parte en la Alianza Atlántica.

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova anunciaba que:

"Es evidente que el ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN, que es ante todo un bloque militar, tendría graves consecuencias político-militares, que requerirían una respuesta de nuestro país".

Mientras Unidas Podemos, mantenía un “nivel bajo” –debido a su oposición a la OTAN- rechazando enviar tropas, reaccionó ante la invasión rusa, considerándola una “intolerable agresión”, en palabras de Yolanda Díaz, la cual todavía tenía esperanzas en el dialogo. También, Ione Berlanga condenaba la “invasión” y “los ataques”. Mientras que, Jaume Asens, portavoz adjunto de Unidas Podemos en el Congreso, aseguró que la invasión “es injustificable".

En cambio, los comunistas españoles, ahora Izquierda Unida, se posicionan del lado de Rusia, y critica las posibles sanciones europeas, aparte de pedir la disolución de la OTAN, como también la participación de España, sea directa o indirecta. Aunque su líder, Alberto Garzón, más cauto defiende el posicionamiento de España y la Unión Europea, al que califica de “muy razonable”. Garzón lo ve como, “una actitud belicista e imperialista aproximado al zarismo".