El JEMAD Miguel Ángel Villarroya dimite con la conciencia tranquila
Se ha desvelado que el general se había vacunado con otros mandos operativos, cuando en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, quedaban cien sanitarios sin vacunar.
Tras haber adelantado su vacunación, el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general Miguel Ángel Villarroya, ha presentado este pasado sábado su dimisión, la cual ha sido aceptada por la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Se ha desvelado que el general se había vacunado con otros mandos operativos, cuando en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, quedaban cien sanitarios sin vacunar, según han indicado fuentes sindicales de Defensa. Aunque según el Estado Mayor, el general Villarroya había respetado el orden del Plan de vacunación.
En la carta a la ministra, el general hace hincapié que desde que asumió el mando hace aproximadamente un año, una de sus principales ejes de trabajo era “acercar las Fuerzas Armadas a la ciudadanía para que fueran mejor comprendidas”, pero según indica Villarroya que, “todavía falta mucho por comprender la idiosincrasia del Ejercito y su forma de trabajo”.
Villarroya comenta que, “en el cumplimiento de sus obligaciones y de acuerdo con los protocolos con el fin de garantizar la cadena de mando operativa de la FAS, ha tomado decisiones que considera acertadas” y matiza que, “nunca ha querido aprovecharse de privilegios no justificables, pero que están deteriorando la imagen pública de las Fuerzas Armadas”. Por ello para no perjudicar esa imagen y la suya propia dimite con “la conciencia tranquila”, reseña el general.