El Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar ha confirmado el hallazgo de los restos de cuatro personas asesinadas en 1937, en una fosa común del cementerio de La Estación de San Roque. Se trata de un padre, sus dos hijos y su empleada del hogar, ejecutados y enterrados clandestinamente durante la represión franquista.

Los trabajos, dirigidos por el arqueólogo Jesús Román Román, han sido impulsados por el ayuntamiento de San Roque y la Federación Española de Municipios y Provincias. Según las primeras investigaciones, los cuerpos hallados corresponden al farmacéutico Diego Pitalúa Infante, sus hijos Francisco y José, y su empleada Inés Parra Rondón. Los restos fueron encontrados apilados, con impactos de bala y fracturas en los huesos.

El foro celebra el hallazgo y espera que las pruebas forenses y el análisis de ADN confirmen la identidad de las víctimas. También agradece la labor del ayuntamiento en la recuperación de la memoria histórica y en el apoyo a las familias.

Para los historiadores, este hallazgo refuerza las pruebas de la violencia sistemática ejercida en Andalucía tras el golpe de 1936, donde más de 60.000 personas fueron ejecutadas. Además, consideran que la exhumación de estos cuerpos es una derrota para el franquismo, cuyo objetivo era borrar toda memoria de sus crímenes. El foro insiste en que esta recuperación es un recordatorio del daño que pueden causar las ideologías totalitarias y un llamamiento a defender la democracia y la memoria histórica.