No dábamos crédito en la redacción a lo que leíamos en la nota de prensa que nos envió “Un español en Alemania”.  Si, nuestro colaborador José Mateo Mariscal, al cual, he tenido muchas conversaciones por WhatsApp durante años. Por nadie, hoy se puede poner la mano en el fuego, pero por nuestro colega zamorano, por supuesto que, no nos posicionamos del lado de la Polizei.

La familia Mateo-Hernández, está formada por el matrimonio y dos hijos, es una familia que huyo de la crisis española y, como emigrante reside en Alemania, concretamente en Wuppertal, donde trabaja en el servicio de limpieza viaria. Su mujer Coral, trabaja en un hospital a tiempo parcial y su hijo Leandro, estudia en la Universidad de Düsseldorf y trabaja repartiendo los envíos en un local de comidas. Yhasmin Mateos trabaja en un hospital y tiene nebeljod (pluriempleo) en un solárium, por lo menos, lo que sabemos de la familia hasta julio que 2023.

José Mateo, ha hecho multitud de publicaciones e historias reales personificadas sobre la inmigración, entre ellas: Cómo evitar problemas con vecinos alemanes. También en especial los que llegan a su ciudad, a los que ayuda sin ningún tipo de compromiso. Historias sobre la prostitución, a las cuales vende preservativos. También grabo un cortometraje casero entre emigrantes de distintos países. La familia Mateo-Hernández es una familia humilde, trabajadora y llena de convicciones.

Cuando la familia española disfrutaba del España-Alemania (2-1) de la Eurocopa 2024, apareció la Polizei (Policía), porque les habían denunciado sus vecinos de arriba, por gritos que venían desde su apartamento y que se estaban pegando. José Mateo, que conoce la sociedad alemana, nos dice que, la Policía siempre cree al alemán, no al emigrante y hablamos de inmigración regular y laboral.

Pues bien, siete agentes llamaron a la puerta y después irrumpieron en la vivienda de forma terrible. José, se queja del abuso de poder policial en Alemania. Patadas a su mujer operada recientemente de varices y a su hija embarazada de cuatro meses en la “tripa”, por lo cual, tuvo que ser ingresada en la UCI cuatro días. Mateo lamenta que:

"Es muy triste ver a una hija embarazada y que le peguen. Ahora, tenemos controles médicos semanales, hasta que, en diciembre nazca el niño. Llevamos más de 6.000 euros gastados en atención sanitaria. Tampoco he tenido ayuda de las instituciones”.

José Mateo, fue sacado a golpes de otra habitación y estuvo durante once horas en el calabozo de la Policía. Fue puesto en libertad sin cargos, pero multado por ruido. El informe policial, del que José niega rotundamente, habla de "disturbio masivo" en el interior de la vivienda y señala que se le arresto porque se puso "agresivo" y para evitar "nuevos disturbios".

Uno de los agentes, tras la intervención, ha sido imputado por la Fiscalía, Mateo, no guarda esperanza que el caso prospere y vaticinan que quedará en "agua de borrajas". Mateo asegura que:

"La Policía aquí tiene mucho poder, mucho más que en España. Hay casos de abusos que se quedan impunes".

La familia Mateo, escribió al embajador español, el que, le remitió al consulado. Allí una asistente social les dijo que no había nada que hacer con su caso y les remitió un listado de abogados de habla hispana, los que cobran 450 euros por hora, por ello José afirma que:

"Muchos de estos casos quedan impunes por no tener ese dinero para pagar y no contar con ayuda".

Todavía así, existe por medido el informe sanitario de la ambulancia que atendió a la hija embarazada, por eso, Mateo aclara que:

"Normalmente hay abusos que no dejan huella, pero en este caso sí y por eso la Fiscalía ha aceptado la demanda".

Además, sí que tiene claro que estos sucesos se producen contra las personas que tienen apellidos extranjeros. Y vuelve a repetir que:

“En ocasiones, prima el testimonio de un alemán, de ‘forma injusta’, por encima de una familia que no ha nacido en Alemania. Este es un caso de brutalidad policial".