Una mujer residente en Manresa (Barcelona), estuvo a punto de caer en una estafa telefónica cuando recibió un mensaje de texto supuestamente proveniente del banco BBVA alertándola sobre un cargo de 900 euros en su cuenta. El mensaje instruía a la mujer a hacer clic en un enlace para evitar el cobro.

Confiada y al hacer clic en el enlace, la mujer leyó un mensaje que le indicaba que un tal González la llamaría. Este al comunicarse afirmó pertenecer a la sección SZ del banco. Durante la conversación telefónica, el presunto estafador le indicó los últimos números de la tarjeta de crédito de la mujer, a su vez le dijo que la misma había sido bloqueada, y que, si quería desbloquearla debía ir al banco a hacer la denuncia.

Ante la sospecha de estar siendo víctima de un fraude, la mujer pidió hablar con otro empleado del banco, solicitud que fue denegada por el presunto estafador. Finalmente, le indicaron a la mujer que la llamarían en diez minutos y que debía ir al cajero con su tarjeta para recuperar el dinero.

Preocupada por la situación, la mujer contactó a un amigo en busca de consejo, quien recomendó comunicarse directamente con el banco BBVA. Tras verificar la autenticidad de la alerta, los representantes del banco confirmaron que se trataba de un intento de estafa.

Tras una revisión exhaustiva de su cuenta, el banco determinó bloquear la tarjeta como medida preventiva. La mujer recibió la recomendación de cambiar su clave de seguridad en un plazo de 48 horas para garantizar la protección de sus fondos.

Este incidente resalta la importancia de mantenerse alerta ante posibles intentos de fraude y de verificar siempre la autenticidad de las comunicaciones bancarias antes de proporcionar información sensible.

La realidad es que tanto los operadores de entidades crediticias deben instrumentar mayores medidas de seguridad en procura de que los delincuentes no tengan tanta facilidad para perpetrar sus delitos.