El Pleno del Congreso de los Diputados abordará el próximo martes, día 15, si toma en consideración la Ley Seguridad del Paciente, impulsada por el Sindicato de Enfermería, SATSE, que, en caso de aprobarse, pondría a la sanidad española a la cabeza del mundo a la hora de garantizar la seguridad en la atención sanitaria y cuidados que se presta a los pacientes y al conjunto de la ciudadanía.

Tras la intervención en fechas recientes del presidente de SATSE, Manuel Cascos, en la Comisión de Sanidad para exponer a los grupos las principales razones que justifican la aprobación de la Ley de Seguridad del Paciente, el siguiente paso que se dará la próxima semana es plantear su toma en consideración en el Pleno de la Cámara Baja. Será el momento en el que cada partido mostrará su postura definitiva ante este proyecto de norma.

La Ley Seguridad del Paciente ha entrado en el Parlamento como una Iniciativa Legislativa Popular una vez que logró el pasado año más de 660.000 firmas de ciudadanos y profesionales (más de 2.000 ceutíes contribuyeron con su rúbrica) que respaldaron que se garantice la seguridad del paciente al establecerse un número máximo de pacientes que pueden ser atendidos por una enfermera o enfermero, además del apoyo de organizaciones de pacientes y usuarios, personalidades de la sociedad española  (periodismo, cultura, deporte…) y asociaciones enfermeras de todo el mundo.

El Sindicato de Enfermería confía en que todos los partidos políticos con representación en el Congreso se sumen al interés generalizado demostrado por la sociedad y los profesionales y hagan realidad una norma necesaria, justa e igualitaria que velará por el interés de todas las personas con independencia del lugar donde vivan y el centro sanitario o sociosanitario, sea público o privado, donde reciban la atención y cuidados necesarios.

Al respecto, SATSE recuerda que uno de los compromisos consensuados en la Comisión para la Reconstrucción Social y Economía de nuestro país fue el de mejorar y reforzar el Sistema Nacional de Salud a través de un aumento general de las plantillas de enfermeras y enfermeros de la sanidad pública hasta situarnos en la media de los países desarrollados. Un objetivo aún lejano al tener una ratio nuestro país de cinco enfermeras o enfermeros por 1.000 habitantes, mientras que la media en la UE es de casi nueve enfermeras o enfermeros por 1.000 habitante.

SATSE recalca que la realidad actual es que en muchos de nuestros hospitales haya entre 15 y 20 pacientes por cada enfermera, cuando la ratio segura está en 6-8 pacientes por cada profesional y que, en los centros de salud, la asignación de pacientes por enfermera o enfermero es de entre 1.600 y 1.800 personas cuando no debería superar, según criterios del propio Ministerio de Sanidad, los 1.000 ciudadanos. Asimismo, en los centros sociosanitarios, como las residencias de mayores, una sola enfermera o enfermero, caso de que el centro disponga de estos profesionales, ha de prestar atención sanitaria y cuidados hasta a 100, 150 e incluso 200 residentes.

Con esta proporción de pacientes por cada enfermera o enfermero no es posible dar la atención y cuidados que merecen ni garantizar la seguridad asistencial, estando demostrado por numerosos estudios que, a menos profesionales más posibilidades de complicaciones e, incluso fallecimientos, además de más reingresos hospitalarios, alargamiento de las estancias y un incremento sustancial de los costes sanitarios, apunta la organización sindical.

El sindicato concluye diciendo que:

“Después de todo lo vivido a raíz de la crisis de la COVID-19 ha llegado el momento de dar un paso adelante y demostrar con hechos, no solo con palabras, que queremos construir entre todos un mejor y más fuerte sistema sanitario, y que podamos afirmar con orgullo que nuestro país es el primero en Europa en garantizar la seguridad del paciente y una óptima atención y cuidados a los más de 47 millones de ciudadanos, asegurando su bienestar y una vida más saludable”.