Desde CSIF, hace años alertaba de la situación en la que se encuentra el Área de Menores por la dejadez del Gobierno hacia dicho servicio y colectivo. Asimismo, del ninguneo sometido a los trabajadores del CRT La Esperanza con los rumores de privatización.

Hoy, continúan dando largas a los trabajadores y sus representantes sobre la verdad de este asunto, a la espera de la confirmación oficial en la reunión de mañana martes, que ya de forma indirecta, la consejera ha hecho llegar, que se está tramitando dicha privatización, a lo que la central sindical anuncia que utilizará todos los recursos para evitarlo.

La Administración ha dejado morir un servicio esencial para la ciudad, como quedó demostrado con la llegada masiva de MENA. 20 años sin revisión ni actualización del Reglamento de Menores, ni de su estructura, ni de las plantillas, como ha venido el sindicato solicitando ofertas de empleo.

Desde CSIF exigen al Gobierno que ponga los medios personales suficientes a disposición del Área de Menores, como se comprometió en la última mesa negociadora de Oferta de Empleo Público. Para CSIF, la solución no pasa por privatizar servicios sino por dotarlos adecuadamente.

El centro de la Esperanza ha soportado la carga de hasta 500 menores mientras el Gobierno “miraba para otro lado”, y ahora, con la esperanza de que, “los trabajadores se conformen pretenden deshacerse de ellos de una patada de forma sibilina”, asegura el sindicato del funcionariado.

El Gobierno local ya contaba en sus planes con el desmantelamiento paulatino del área de menores, empezando por la privatización de La Esperanza, un área que, “para el Gobierno pretende aprovecharse para hacer negocio con empresas privadas”, según señala el sindicato.

CSIF, como ya dijo hace más de un año no va a tolerar que se externalicen los servicios del Área de Menores y va a exigir con contundencia que se dote de los medios humanos y materiales para que se dignifique el trabajo del colectivo. Asimismo, no descarta las movilizaciones del personal del Área por la dignidad de sus trabajadores y contra la política de privatización del Gobierno de la Ciudad.