El sindicato CSIF, ha denunciado las reiteradas agresiones sufridas por los profesionales del INGESA en Ceuta. La última incidencia tuvo lugar en el Centro de Salud de Otero, donde un empleado administrativo fue víctima de una agresión que incluyó daños materiales, como la rotura de su ordenador y la mampara de protección, además de insultos.

CSIF ha reiterado su demanda de medidas urgentes, como la presencia permanente de seguridad en los centros sanitarios, para proteger al personal. Según el sindicato, este problema no es aislado: en el último año, tanto en atención primaria como especializada, se han producido numerosos episodios de violencia hacia los trabajadores sanitarios.

La organización ha enfatizado que las agresiones verbales, físicas o los daños materiales son delitos que conllevan consecuencias legales, económicas y administrativas. CSIF pide al INGESA y a las autoridades competentes reforzar los protocolos y dotar de recursos adecuados para evitar que estas situaciones queden impunes.

La situación refleja una preocupación creciente por la seguridad de los profesionales que, además de cumplir su labor, enfrentan riesgos innecesarios en su entorno laboral.