El 18 de noviembre a las 20.00 horas, agentes de la Policía Nacional detuvieron en un centro comercial de la ciudad al considerado por la Policía como principal responsable de una red dedicada a captar inmigrantes en el CETI para trasladarlos en embarcaciones de recreo hasta la península.

Las gestiones de investigación realizadas con anterioridad evitaron un transporte de un grupo de inmigrantes que esperaban a ser embarcados en el foso de las Murallas Reales. Las diferentes pesquisas también permitieron la detención de tres argelinos, internos del CETI. Estos se encargaban de captar a otros inmigrantes de su misma nacionalidad que estuvieran dispuestos a pagar los entre mil y dos mil euros que les pedían por su traslado a la península.

Cuando se realizaron las últimas detenciones, el principal responsable de nacionalidad española se había dado a la fuga y se encontraba en Marruecos. Fue puesto en busca y captura.

Esta persona, cuando fue localizada por los agentes, fue detenido como presunto autor de los delitos de tráfico ilegal e inmigración clandestina y por haberse negado a devolver el dinero que había cobrado a los argelinos por cruzarles el estrecho. Para que los inmigrantes no acudieran a la Policía llegó, incluso, a amenazarlos a todos de muerte.