Se ha inaugurado en Burgos un curso destinado a profesionales de doce nuevas unidades caninas para prisiones, entre ellas Ceuta. Estos equipos cinológicos prestarán servicio, además, a otras prisiones de la zona, los que, se sumarán a los once ya distribuidos por toda España.

El objetivo es prevenir y evitar la introducción y el consumo de droga en prisión y velar por la salud de los presos. El proyecto comenzó en el Centro Penitenciario de Burgos en 2018, el que, con la Policía Local que impulsaron la constitución de la primera unidad.

Durante 2022, las unidades caninas llegaron a detectar casi el 60% de la suma de cannabis, cocaína y heroína intervenidos en diez establecimientos.

Formación en Burgos

El curso, ha comenzado este lunes (6) y concluirá en junio (520 horas), para la cualificación de 25 profesionales penitenciarios y el adiestramiento de 25 perros, para la detección de drogas mediante el sistema de marcaje lapa.

Estará impartido por especialistas de la Policía Local de Burgos y de otros puntos del país y por un experto cinológico de la prisión burgalesa.

La técnica del marcaje lapa se caracteriza por ser poco invasiva: el perro se limita a tocar, o marcar. Algunos son entrenados para señalar teléfonos móviles.

Las unidades caninas son uno de los recursos, junto a otros, como registros, requisas y cacheos, de los que disponen los trabajadores penitenciarios para neutralizar la presencia de droga y el consumo en los centros. En esta tarea, se seguirá contando con los equipos cinológicos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.