En su comparecencia posterior, Sánchez ha destacado que su reunión con el actual president refleja una "voluntad sincera de diálogo y acuerdo" y el deseo de una gran mayoría de ciudadanos de Cataluña y toda España de dar una oportunidad al reencuentro. La relación -ha argumentado- ha estado marcada en la última década por el conflicto institucional, el contencioso político y la tensión social, un balance "lamentable" que solo ha dejado "desánimo y hastío" y exige emprender un nuevo rumbo dirigido hacia el entendimiento. "A menudo se olvida que la finalidad de la política es resolver los conflictos, no acentuarlos, y menos aún inventarlos tratando de sacar partido de ellos", ha manifestado.

El presidente ha resaltado que el reencuentro no es solo una necesidad institucional, sino que se fundamenta en la vigencia de lazos que vinculan a millones de catalanes y españoles que quieren convivir sin rencores ni recelos. Por encima de todo -ha apuntado-, tenemos una deuda "con nuestros hijos y nuestros nietos, que merecen vivir en concordia y prosperar en el respeto". Pedro Sánchez ha señalado que solo así pueden afrontarse los grandes desafíos globales, como el cambio climático, la violencia machista o la desigualdad social. También la revolución digital, que hace tan necesarios espacios de futuro como el Mobile World Congress, "que acoge y debe seguir acogiendo Barcelona", ha asegurado.

Pool Moncloa/Borja Puig de la Bellacasa

Interés general y pluralidad

Respecto a la forma en que el Ejecutivo va a abordar el diálogo, el presidente ha subrayado que siempre tendrá en cuenta a todos los españoles, de cualquier latitud e ideología, y buscando el interés general. El proceso -ha añadido- debe tener presente también la pluralidad social, cultural y política de Cataluña. Y, en tercer lugar, el Gobierno actuará con constancia, honestidad y claridad.

Sánchez ha entregado a Torra un documento abierto, Agenda para el reencuentro, que recoge las bases del diálogo y aborda dos cuestiones diferentes, según ha explicado en su comparecencia. Por un lado, trata las vías de superación del contencioso político, un ámbito sobre el que trabajará la Mesa de gobiernos acordada recientemente; el jefe del Ejecutivo ha propuesto que su primera reunión sea en febrero.

Por otro lado, en el documento figuran todos los asuntos que los tres últimos presidentes de la Generalitat han trasladado al Gobierno. A esos 44 temas pendientes, ha indicado Sánchez, el Ejecutivo ofrece una respuesta, ya sea afirmativa o en forma de alternativa, pero siempre de un modo constructivo. Estos aspectos se tratarán en la Comisión Bilateral Gobierno-Generalitat que prevé el Estatut.

En definitiva, ha asegurado, el Ejecutivo ha diseñado "un calendario seguro y una agenda que nos acerque al reencuentro". Sánchez se ha declarado consciente de que ese proceso no será fácil, se enfrentará a resistencias en Cataluña y en el resto de España y exigirá tiempo y esfuerzo, "pero esas son más razones para empezar cuanto antes". Además, ha defendido que esta sea la legislatura del diálogo territorial, no solo a través de la Mesa del diálogo, sino también con el día a día del trabajo en el Congreso de los Diputados y con la Conferencia de Presidentes Autonómicos.

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