Tras conocer la emboscada que ha sufrido un vehículo de la UPR de la Policía Nacional en el Príncipe, Vox Ceuta exige tanto al Gobierno nacional como al Ejecutivo local que tomen medidas para que esta situación no se respeta. Incluso medios de comunicación confirman que los asaltos a los agentes se están incrementando.

Juan Sergio Redondo presidente y portavoz de Vox Ceuta asegura que:

“Esta emboscada es una prueba más que evidencia las mentiras tanto del Gobierno local como nacional, empeñados en ocultar la situación crítica que se vive en la barriada del Príncipe”.

Redondo alerta además de que:

“Este puede ser considerado uno de los ataques más duros de los últimos años en los que se han visto afectados vehículos de la Policía Nacional y algunos de los agentes desplegados”.

Redondo condena “la política del avestruz (esconder la cabeza) y, de negación de la realidad”, la que, “llevan a cabo populares y socialistas, los que:

“Solo están consiguiendo que los criminales se vean cada vez más impunes y envalentonados ante la más absoluta inacción de unas autoridades, ya directamente acostumbradas a mirar para otro lado o a actuar a remolque de unos acontecimientos cada vez más graves y violentos”.

Redondo recuerda como el pasado mes de enero ya denunciaba la “hipocresía” del Gobierno del PP de Juan Vivas que, tras negar la inseguridad en el Príncipe en el Pleno ante una interpelación de VOX, se veía obligado a que la Policía Local escoltara a los autobuses para evitar nuevos asaltos.

Ahora, se producen nuevos asaltos, en esta ocasión a agentes de Policía Nacional, mientras que el PP ha rechazado en el Pleno iniciativas de VOX como la de instalar una dotación de la Policía Local en el fuerte del Príncipe.

El presidente de VOX Ceuta subraya que:

“Los asaltos no son más que el producto de un proceso de degradación social y urbana, no ya solo en esa barriada, sino que se va extendiendo de manera imparable por otras muchas zonas de la ciudad”.

Y, por ello, exige una actuación “contundente e inmediata” para acabar con la sensación de impunidad de los delincuentes que “campan a sus anchas”.