El consejero de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia, Bernat Solé, ha comparecido desde el Centro de Difusión de Datos para informar de los resultados provisionales y la participación final en las elecciones al Parlamento de Cataluña. 

La media de participación en las cuatro circunscripciones catalanas al final de la jornada electoral, con el 98% escrutado, es de 53,55%, es decir, un total de 2.869.070 personas han votado este 14-F. Se trata de 28,89 puntos menos que en las elecciones de 2017, que registraron la mayor participación de la historia en unos comicios catalanes. La abstención fue de 2.488.509 un 46,45%.

El PSC ha ganado las elecciones catalanas con 651.027 en votos y 33 parlamentarios, ganando dieciséis. A continuación, le sigue ERC con 602.658 votos y empatan a escaños al subir uno solo, con los socialistas catalanes. Los republicanos baten a CIU y a sus herederos.

JxCat con 567.421 votos se convierte en la tercera fuerza más votada con 32 escaños. Vox logra lo que Abascal califica de “gesta histórica”, computando 217.371 votos y 11 diputados, es el sorpasso de las elecciones catalanas. La CUP-G con 188.830 votos consigue 9 escaños, subiendo cinco, muy seguido de En Común Podemos (ECP-PEC) con 194.111 votos y se mantiene con 8 asientos. Caída al vacío y batacazo electoral parecido a la de las generales de Ciudadanos que pierde 30 escaños, consiguiendo solamente 6 con 157.529 votos. El PP poco a poco va mermando y solo pierde uno y se queda con 3 escaños de 108.841 simpatizantes. Todo esto con respecto a 2017.

No ha conseguido representación en el hemiciclo catalán PDeCAT con 76.967 votos y RECORTES CERO-GV-M con 12.668 y otros partidos por debajo de las 7.000 papeletas.

Si se suma el independentismo ha ganado con un 48,05%, aunque no comparten ideas por lo que se dice formar gobierno todavía no está claro y muchos auguran unas segundas elecciones. Tiempo al tiempo lo iremos viendo.