La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, es una de las grandes defensoras del proyecto político de Inés Arrimadas. Sin embargo, no ha dudado a la hora de hacer autocrítica, reconocer incluso los errores que haya podido llevar a cabo su formación y, entre medias, dar un increíble repaso del que no se tiene conocimiento a nivel nacional de la lamentable situación que se han encontrado en Murcia con sus compañeros de Gobierno.

Villacís ha defendido que su entendimiento con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, se mantiene pese al terremoto político iniciado por Isabel Díaz Ayuso con la convocatoria de elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid.

Además, ha insistido en que ella misma le dijo al alcalde de la capital que no habría réplica a la madrileña tras lo sucedido en Murcia, y que él respondió que ya sabía que no iba a haber moción de censura en Madrid y le agradecía la llamada.

Pero no se queda ahí, ya que también desmiente que Juan Marín y Francisco Egea estén en desacuerdo con Inés Arrimadas, e intentar explicar la trama de corrupción que quería poner de relieve Ciudadanos con la moción y "de lo que ha pasado en Murcia es de lo que no se está hablando". "Si todo el mundo está hablando de la moción en lugar de la corrupción es que algo no hemos hecho bien", mantiene.

Su compañero Mario Gómez, vicealcalde de Murcia, formaba parte de una mesa de contratación y comisión de vigilancia de la contratación. Según Villacís, Gómez comenzó a detectar que había una tipología de contratos que costaban 4.999 euros para no entrar en concurso público.

Empezó a descubrir que las ofertas se solicitaban siempre a las mismas 3 personas que eran padre, madre e hija y tenían una cuenta común todas ellas. "Ahí empezó a detectar que había contratos menores, hasta 33.000, los que se dan para no entrar en un concurso público", señala.

Existía una empresa con contratos menores que sumaban un millón de euros. Además había una empresa que había competido para un concurso de planes y jardines en el que se solicitaba un tipo de plano que valía 80.000 euros y descubrió que esos planos no se habían hecho un mes antes sino 6 meses antes.

Todas estas declaraciones las ha dado en una entrevista que no tiene desperdicio y que pone en contexto lo sucedido hasta ahora y desmonta algunas acusaciones de la actual presidenta madrileña en funciones, que precisamente se amparó en una moción de censura que nunca se fraguó (y que ni siquiera estaba prevista), para convocar elecciones anticipadas provocando un auténtico cisma político que ha afectado incluso hasta a La Moncloa, de donde ha salido el propio vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, para ser candidato de Podemos a los comicios.