Para el Parlamento Árabe, órgano legislativo de la Liga Árabe, las ciudades de Ceuta y Melilla las ha calificado como "ciudades marroquíes" que son una "requilia de la época colonial".

Marruecos que últimamente está haciendo “amigos” por Europa, zasca estos dos torpedos contra la condena que emitió la Eurocámara en una resolución condenando que permitiese la llegada a Ceuta el pasado 17-M de miles de migrantes incluyendo niños.

El organismo árabe destacó "el arabismo de las ciudades marroquíes de Ceuta y Melilla y las islas marroquíes ocupadas”, todo ello para abrir esta cuestión “como reliquia de la época colonial".

Lo que quería Marruecos es que Europa no tomase cartas en el asunto pues definía la situación entre España y el reino alauita como una crisis entre ambos. Todo era una medida de presión y de chantaje al Reino de España, por varios acontecimientos, Braim Gali, el Sahara Occidental y las aguas de Canarias. Pero con lo que no contaba Marruecos es que la Unión Europea defendería su frontera Sur.

Pues bien, el Parlamento Árabe “renovó su condena” a Europa por ir contra el reino de Marruecos, calificándola de verter falsas críticas, acusaciones infundadas. Estos consideran la resolución de la Eurocámara como un chantaje inaceptable y una politización de los esfuerzos de ambos reinos por superar la crisis.

Asimismo, este Parlamento que manifiesta su solidaridad con Marruecos y destacó su política respecto a la migración, en el comunicado emitido, considera que las críticas de Europa contra Rabat "contradicen las reglas de la diplomacia parlamentaria" y le pide que abandone estas "prácticas provocadoras”. También le insta a que, “adopte posiciones útiles y responsables que mejoren la cooperación y la coordinación conjunta entre los países árabes y europeos".

Su presidente del Parlamento Árabe desde octubre de 22020, Adel Bin Abdul Rahman Al-Asoomi, criticó también la posición de los países europeos que criticaron a Marruecos durante la sesión por la crisis de Ceuta. Achacándoles que son los que se benefician de los esfuerzos de Rabat para evitar la migración irregular hacia sus territorios.