"Un aquelarre de ofensas contra la vicepresidenta Carmen Calvo". Así lo ha calificado en su turno el portavoz del PSOE, Rafael Simancas, durante el Pleno Extraordinario del Congreso convocado a petición del PP, CS, Vox y UP, para exigir a la vicepresidenta socialista explicaciones sobre la actuación del Gobierno en funciones durante la crisis del Open Arms. Tras sepultar con datos las descalificaciones personales de la oposición y UP, Calvo se ha dirigido a Ione Belarre: "Mi nombre es Carmen, no Matteo, a la que llamabas por las mañanas para hablar y estabas de acuerdo sobre el Open Arms".

Carmen Calvo ha dedicado su primera intervención a dar un pormenorizado detalle de la política migratoria del Gobierno socialista asegurando que este tema, por cuanto concierne a las vidas humanas, y tiene una proyección importante a medio y largo plazo, es considerado como uno de los Temas de Estado. Por ello ha dejado caer en varias ocasiones, como una crítica velada a las aspiraciones de Unidas Podemos, que no se entendería que "Noelia Vera, una aspirante a ministra de Podemos increpe y fuerce una comparecencia en el Congreso, a otra ministra del Gobierno". Con esto le ha querido decir que no se puede estar en el Gobierno y en el Contragobierno. A Ione Belarre ha querido mandarle un mensaje público: "Ione, yo no me llamo Mattea, soy la misma Carmen que algunas mañanas temprano me llamabas y yo te atendía con mucho gusto para hablar de algunos asuntos en materia migratoria donde nuestros criterios eran los mismos. En política se aguantan muchas cosas, pero créanme, en lo de parecerme a Salvini se ha llegado muy lejos",
Calvo se ha centrado en detallar los trabajos que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha estado realizando en Europa en materia migratoria durante estos últimos meses. Algo reconocido en Europa y que se contradice con la sesión de cuestionamiento hacia la vicepresidenta y su gestión de la crisis. La ministra ha ofrecido un informe diario, detallado y cronológico de los diecinueve días, explicando que el capitán del Open Arms, Oscar Camps en ningún momento pidió desembarcar a los inmigrantes en puerto español. Tras la negativa de Matteo Salvini, a aceptar que se desembarcara en Lampedusa, se hizo un intento fallido de redirigirse a Malta. "Cuarenta y ocho horas, tardó el Gobierno español cuando nos comunicaron la negativa de los puertos italianos en poner a disposición todos los puertos españoles como puertos seguros" ha dicho la vicepresidenta Carmen Calvo. Que ha ido más allá al matizar que todas las ONGs, también Proactiva Open Arms saben que España tiene todos los puertos seguros abiertos a acoger rescatados inmigrantes.

"Inmediatamente el gobierno de España, -a través de los ministro de Interior y de Exteriores- contactamos con el gobierno de Italia para pedirle que se hiciera cargo de las necesidades humanitarias de los ocupantes del Open Arms", continuó explicando Calvo. "A pesar de los esfuerzos de las propias autoridades, Italia nos da la negativa de su ministro de Interior, Matteo Salvini". Fue entonces cuando se le ofrecieron al capitan del Open Armas todos los puertos españoles como seguros. Se eligió Algeciras porque este barco, durante este último año ya se había dirigido "en dos ocasiones a este puerto y es el que mejores condiciones ofrecía para el desembarco y tratamiento del casi un centenar de migrantes que quedaban en el barco". Algo que rechazó el Capitán, por lo que tras aceptar Italia el desembarco de algunos inmigrantes, España decidió enviar al buque de la Armada El Audaz, con el fin de traerse a puerto español a resto, ya que Camps aseguraba que en las condiciones del barco era imposible que pudiera cubrir con garantias los seis días de travesía hasta España.

Ante tan obstinada negativa de Salvini, el 20 de agosto, el buque español inicia su ruta tres horas antes de que las autoridades judiciales italianas suban al Open Arms, amarrado a escasos ochocientos metros de la costa de Lampedusa, y ordenen que el resto de inmigrantes que quedaban debían de ser llevados a tierra. Aún así El Audaz continúa su trayecto hasta Italia, ya que durante esos días previos, el Gobierno español había liderado la reunión de la Comisión europea para presionar a cada miembro que asumiera su cuota de responsabilidad, según los pactos de la UE promovidos por Pedro Sánchez. Tan es así que, mientras en España se persigue desde la derecha por exceso y buenísimo y desde la izquierda por falta de determinación y mayor rapidez, "en la Comisión Europea se ha reconocido a España el auténtico impulsor de políticas más eficaces y humanas con la migración y en caso concreto haber sido el país que ha desencallado la crisis del Open Arms. .

Contestando a las acusaciones de carencia de política migratoria, Carmen Calvo ha dicho que la mejor respuesta está en los datos. "Las llegadas por mar se han reducido desde que el PSOE está en el Gobierno, un 43% gracias a las ayudas a los países de origen".

El tripartido de la derecha y Unidas Podemos, "aquí no se ha dado ningún bandazo" El único bandazo ha dicho, permitiéndose una licencia irónica "y no le quiero quitar el copyright al señor Rivera con lo de la banda, ha sido el que nos hemos encontrado heredado del PP". La vicepresidenta ha asegurado que cuando hace catorce meses asumieron el Gobierno no se había construido ni siquiera una comisión y "unos criterios que nos llevaron a promover foros europeos, y crear la Comisión, no se puede hacer más en menos tiempo".

El Pleno Extraordinario ha sido escenario de unas intervenciones muy broncas. Empezando por la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, que lejos de ofrecer datos o preguntas concretas, se limitó a poner en ristre una serie de adjetivos rimbombantes de descalificación personal a la vicepresidenta Calvo. Junto con Inés Arrimadas, por Ciudadanos, Carmen Calvo las afeó que, "por ir hoy de la mano del líder de Vox, Santiago Abascal que a su juicio se ha erigido en "portavoz" del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, y del primer ministro húngaro, Viktor Orbán".

"Van de la mano de Abascal, portavoz de Orbán y Salvini"

"¿Sabe qué me ha parecido hoy de ambas, como portavoces de los dos grupos de la derecha? Que vaya faena ir de la mano del señor Abascal, portavoz de Orbán y Salvini esta tarde en esta Cámara", ha indicado Calvo este jueves durante su segunda intervención en el Pleno Extraordinario, en referencia a las declaraciones del presidente de Vox.

En concreto, Santiago Abascal ha ensalzado épicamente la figura de "Matteo Salvino, un patriota auténtico que sabe defender bien sus fronteras". Ha propuesto al Gobierno que impida a todos los migrantes que "entren a España "de manera ilegal" que puedan regularizar "nunca su situación ni recibir ayuda social" en el país".

Por su parte, Ana Oramás de Coalición Canaria ha estado más acorde con la posición del Gobierno, así como Mikel Legarda, líder del PNV y Joan Baldoví de Compromís, así como el portavoz cántabro.

Oskar Matuta de EH Bildu, criticó a la política migratoria de la UE a la que acusó de convertir el Mediterráneo en la "fosa común de nuestro tiempo". Desde Navarra Suma, Sergio Saya, ha criticado la "obsesión por la imagen del Gobierno de Sánchez y su oportunismo". "Menos pensar en la imagen y más en la solución de los problemas", ha dicho para emplazar a coordinar también en Europa las políticas migratorias.

Joan Baldoví, de Compromís, ha recordado que desde su formación se sintieron "orgullosos" con la acogida hace un año del buque Aquarius por la "habilidad, rapidez y decisión" que mostró el Ejecutivo socialista. "Justo lo contrario de lo que se ha hecho con el Open Arms", ha apostillado.

José María Mazón, del PRC, ha defendido el discurso de la vicepresidenta, frente a las "críticas lanzadas desde la oposición. Aunque lo de Algeciras fue un error", ha dicho. Por su parte, la diputada de Junts Per Catalunya, Laura Borràs, ha preferido seguir la línea lura y ha señalado el "viraje insólito de "un Gobierno de izquierdas hacia una política propia del gobierno de Salvini".

IU hace un guiño a Calvo para acordar un acuerdo programático

Por su parte los representantes de Unidas Podemos han cuidado mucho, al principio, el tono bastante moderado. El portavoz de los Comunes, Gerardo Pisarello y Santiago Romero, de IU han dejado entrever que su grupo quiere un acuerdo programático de gobierno cuanto antes, y algo más agresiva Noelia Vera que ha castigado a la vicepresidenta desde un punto de vista moral y ético dando por hecho que la ministra cuestionó en algún momento que el Open Arms hiciera el salvamento. A lo que Calvo ha contestado en tono más alto de lo habitual, que no mintieran, que le dijeran una sola frase salida de su boca donde negara el derecho del Open Arms a salvar vidas humanas. "Mi nombre es Carmen, no Matteo, -ha dicho dirigiéndose ya al final de la comparecencia a Ione Belarra- la misma Carmen a la que llamabas por su nombre para preguntar sobre esta crisis y estábamos de acuerdo en el enfoque y la resolución de la misma"