La violencia filio-parental abarca el conjunto de conductas reiteradas de violencia física o psicológica dirigida de los hijos e hijas a los progenitores, o a aquellos adultos que ocupan su lugar. Se excluyen las agresiones puntuales, las que se producen en un estado de disminución de la conciencia que desaparecen cuando ésta se recupera, el autismo o la deficiencia mental grave y el parricidio sin historia de agresiones previas.

Cada año se abren más de 4.000 expedientes a jóvenes por este tipo de delito, pero sólo se denuncian los casos más graves, entre un 10% y un 15% del total.

Durante el año 2020, fueron abiertos 4.699 expedientes a adolescentes y jóvenes por delitos de violencia filio-parental.

El pasado 20 y 21 de mayo, el Colegio de Psicólogos de Ceuta, impartió un curso formativo sobre Violencia Filio Parental, impartido por Jesús Alberto Vélez Valle, durante el cual se abordó la evaluación, intervención y tratamiento de casos prácticos en este tipo de delitos y problemática de la situación actual.

Como dato a destacar, durante el pasado año, el 20% de las denuncias por delitos de violencia filio-parental, pertenecen a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

La propuesta del COPCE, para reducir la incidencia de este tipo de delitos, radica en la prevención, la importancia de la familia, la corresponsabilidad, la sensibilización de la población y nunca, normalizar la violencia.