Ángel Gabarrón dimite como presidente del Foro de Educación por dignidad y hartazgo

Ángel Gabarrón ha presentado su dimisión como presidente del Foro de la Educación de Ceuta. Un gesto poco habitual en esta Ciudad, donde no es frecuente que quienes ostentan cargos den un paso al lado por coherencia personal.
La renuncia pone el foco en la inutilidad de este órgano, creado por el Ministerio de Educación para intentar acallar las protestas del profesorado ceutí ante la ausencia de un Consejo Escolar como el que existe en el resto de España. El Foro nació como una solución de compromiso, con una composición similar a la de un consejo, pero sin competencias reales. Un “trampantojo”, como lo define el propio comunicado, pensado para justificar la discriminación estructural que arrastra Ceuta en materia educativa.
Gabarrón, con amplio reconocimiento entre el profesorado, asumió el cargo con voluntad de impulsar cambios. Al poco tiempo comprendió que este espacio solo servía para dar apariencia de participación, sin ningún efecto real. Aun así, luchó por convertirlo en una herramienta útil. En colaboración con el Director Provincial, logró que el Ministerio escuchara algunas demandas, pero nunca obtuvo respuesta efectiva.
La gota que colmó el vaso ha sido la oferta del Ministerio de integrar a los presidentes de los foros de Ceuta y Melilla en el Consejo Escolar del Estado bajo la fórmula de “personas de reconocido prestigio”. Una fórmula considerada insuficiente y decorativa, que no corrige la situación de fondo. Gabarrón ha rechazado esta designación, negándose a formar parte de lo que considera una nueva burla institucional.
La respuesta del colectivo docente está por ver, aunque desde el propio texto se duda de que el gesto tenga continuidad. “Hay que ir pensando en el puente”, se ironiza en referencia al próximo festivo.