El pasado jueves en San Clemente de Sasebas en Gerona, falleció en el hospital el soldado de 24 años de edad Javier Holgado, del Regimiento Arapiles 62, después de haber sido evacuado al desmayarse al finalizar la denominada ‘Prueba de Unidad’.

Según fuentes del MINISDEF han ordenado a los ejércitos que se suspenda la prueba hasta que se revise y actualicen sus contenidos. Desde distintos medios se habla de una prueba andando de 90 minutos con todo el equipo a cuestas incluido el armamento. Pero desconocemos la cadencia del paso de marcha y los altos horarios. Y, asimismo, si está contemplada en la Evaluación Operativa de las Unidades programadas por el MADOC a través de la DIEN.

La denominada ‘Prueba de Unidad’ se realiza anualmente en las unidades y hasta la fecha, en estos dos últimos años, se tiene conocimiento de dos muertes y numerosas bajas médicas motivadas por la exigencia de esta dura prueba. En Ceuta en 2016 murió de un infarto el capitán, Sergio Barreda Peñas, de 39 años de edad, realizando una preparación previa a la ‘Prueba de Unidad’ en una marcha de endurecimiento.

La muerte de varios militares y las numerosas incidencias médicas se encuadran en la práctica de una prueba de gran dureza para todas las unidades y para la Asociación no está recogida en la ley. Para AUME, esta prueba no tiene soporte legal ya que La ley de la Carrera Militar y su desarrollo mediante Orden Ministerial sólo establece la realización de una prueba individual anual llamadas TGCF (Test General de Condición Física) que nada tiene que ver con la “Prueba de Unidad”.

Desde AUME existe preocupación por estos hechos graves, desconociéndose el alcance real en todas las Fuerzas Armadas debido a la falta de información al respecto, que no es trasladada a los miembros de las mismas. Posiblemente sean muchos más los casos que se dan con motivo de la realización de dicha prueba.

Es por ello que AUME solicitó a la Ministra de Defensa la inmediata paralización de la Prueba de Unidad en todas las Fuerzas Amadas, así como la investigación de las causas del elevado número de muertes e incidencias. También se han solicitado los datos de todas las muertes e incidencias producidas y la revisión de la norma que la regula. Se ha de comprobar, por un lado, que se está llevando a cabo con las necesarias medidas de seguridad previstas para su realización. Y, también, se tiene que valorar la necesidad de la existencia de dicha prueba.

Por último, AUME ha pedido información sobre las posibles responsabilidades de estos hechos y la depuración de las mismas