Ceuta: La Infantería celebra su patrona, la Inmaculada Concepción
El coronel, afirmo que tenía el honor de mandar las dos unidades mas emblemáticas de las fuerzas armadas, descendientes de la Infantería más gloriosa y valiente: los Tercios Viejos.
Esta mañana, no tan fría como la de Empel, en el acuartelamiento González Tablas, como anfitrión Regulares, el Comandante General de Ceuta interino, José María Castaño Fernández, ha presidido la conmemoración de la patrona del Arma de Infantería, Servicio de Estado Mayor y de los Cuerpos Jurídico, Eclesiástico, Veterinaria, Farmacia y Oficinas Militares.
El mando de la línea lo ha ejercido el coronel Jefe del Grupo de Regulares de Ceuta nº 54, José María Moro Sanjuan, con su Escuadra de Gastadores, Guion, PLMM y Bandera del GRG 54. Esta Unidad Mixta la conformaron por parte del Grupo de Regulares nº 54 (GREG 54): Escuadra de Gastadores Tabor “Tetuán” I/54, Nuba del Grupo de Regulares nº 54, y el Tabor “Tetuán” I/54. Por el lado del Tercio “Duque de Alba” 2º de La Legión (TERLEG 2): Escuadra de Gastadores de la IV Bandera, Banda de Guerra del 2º Tercio de La Legión y IV Bandera. Además de la Unidad de Música del Batallón del Cuartel General de la COMGECEU.
El acto comenzó rindiendo honores al Comandante General interino, el cual paso revista a la fuerza. En la secuencia de los mismos, se procedió a la lectura de la efeméride de la Batalla de Empel (1585), donde las tropas del Viejo Tercio de Zamora, donde en condiciones muy adversas derroto a los Estados Generales de los Países Bajos. El Milagro de Empel, fue anunciado por el Maestre de Campo Bobadilla, la aparición de una tabla flamenca con la imagen de la Virgen María, se consideró como protección divina, lo que insto a los españoles a luchar. Desde ese día la Inmaculada Concepción es proclamada como la Patrona de los Tercios de Flandes e Italia y en 1892 la reina María Cristina la declara Patrona de la Infantería española.
Finalizada la lectura de la Batalla o Milagro de Embel, -como es conocida la gesta- se continuo con la despedida del personal militar de la Bandera, dando paso a la imposición de condecoraciones. Tras la alocución del coronel de Regulares, se rindió honores a los que dieron su vida por España. Finalizado este, se entonó el Himno de Infantería. Una vez dislocadas las unidades para el desfile y finalizado este, el general de brigada, José María castaño, despidió a los cuadros de mando participantes en el mismo, de seguido ‘rompió filas’ con los jefes de las unidades, centros y organismos de la plaza, y personal militar asistente al acto que presidia. A la celebración asistieron autoridades civiles y militares y de otras instituciones. Entre ellas el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Vivas.
Discurso del coronel Moro
El coronel, José María Moro, afirmo que tenía el honor de mandar una unidad compuesta por dos de las más emblemáticas de nuestras fuerzas armadas y descendientes de la Infantería más gloriosa y valiente que nunca jamás haya existido, la de los Tercios Viejos.
Moro, tiró un poco de las efemérides y recordó sobre estas unidades, el socorro dado a Melilla, bajo una situación desesperada tras los sucesos de Annual. También hablo del “Repliegue de Xauen”, donde legionarios y regulares, protegieron juntos la retaguardia, durante el avance de las columnas hacia la llamada “Línea Estella”.
El coronel Moro enalteció a regulares y legionarios precisando que:
“Estos han combatido casi siempre juntos, pidiendo siempre, combatir en extrema vanguardia, como verdaderos hermanos de sangre, no abandonado jamás a un hombre en el campo de batalla, aunque perecieran todos, haciendo gala de los espíritus de marcha, sufrimiento y dureza, rindiendo culto al honor, al valor, a la cortesía, a la patria y al rey. Han cumplido su deber, obedeciendo hasta morir, pues ese es el mayor honor que nos puede acontecer en el combate, lo que ha convertido a nuestras banderas en las más gloriosas, porque están teñidas con la sangre de sus Legionarios y Regulares”.
Cambiando de tercio y nunca mejor dicho, el coronel nos trasladó al campo de batalla de Tercio Viejo de Zamora, cuando estaba rodeado por un enemigo que altivo y engreído pidió su rendición:
“Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos”.
Loa “A pie y sin dinero”
Vamos a cerrar ese artículo con una frase de la loa “A pie y sin dinero”, del escritor gallego ya fallecido y soldado de Infantería don Camilo José Cela.
"Quien no haya sido soldado de Infantería quizás ignore que cuando el hombre se cansa, aún le faltan muchas horas y muchas leguas para cansarse. Porque el secreto de la Infantería -nosotros estamos hablando, naturalmente, de la Infantería española, la de las cornetas en el cuello de la guerrera- es el de sacar fuerzas de la flaqueza y hacer de las tripas corazón. Que nunca más noble destino tuvieron ni nada mejor pudieron servir".