Por iniciativa de la Ciudad, hoy miércoles 15 de junio, se ha celebrado en el Salón del Trono de la Comandancia General de Ceuta un acto de reconocimiento a los militares que participaron en la Operación Misión Baluarte para luchar contra el COVID-19.

Presidido por el comandante general de Ceuta Marcos Llago Navarro y el presidente de la Ciudad, Juan Vivas Lara, que estuvo acompañado por la consejera de presidencia, Mabel Deu y el de Sanidad, Alberto Gaitán con su directora general, Rebeca Benaroch Benaroch, la jefa del Servicio de Epidemiología, Ana Rivas Pérez y el personal de enfermería: Violeta Ramos Marín, Carmen Rosas Pacheco, Natalia Hormillos Logrosan y Yosera Mohamed Harrous. Además, han estado presentes los jefes de las unidades de la COMGECEU.

Se han entregado, por parte del jefe del Ejecutivo ceutí, los certificados del tiempo trabajado en la Consejería de Sanidad como rastreadores militares, así como las felicitaciones a una representación de éstos y del personal de los equipos móviles de vacunación que apoyaron durante la Operación.

Posteriormente, ha habido alocuciones del presidente de la Ciudad, de la jefa del Servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Ciudad, y del comandante general de Ceuta.

Alocución del presidente de la Ciudad

Juan Vivas, ha agradecido el papel “decisivo y fundamental” que la Comandancia ha realizado durante la pandemia, cuya labor en coordinación con la Consejería de Sanidad, ha contribuido a “salvar vidas en esta batalla” que:

“Ceuta, como el resto del mundo, ha librado contra el virus debemos reconocer que la Comandancia General se ha volcado, por eso hoy es obligado reconocer este hecho y a los protagonistas que han hecho posible este papel. Los resultados, contener el virus y evitar el colapso del hospital. Habéis atendido una emergencia sanitaria inédita, una situación de extrema necesidad”.

Vivas ha recalcado para puntualizar que si algo ha quedado claro es que:

“Nuestros militares están capacitados para lo que sea, que siempre podemos contar con vosotros y es algo de lo que todos los ceutíes no sentimos orgullosos. Por eso afirmamos de manera reiterada que Ceuta lleva nuestro ejército en el alma y en su corazón. Y que forma parte de nuestras esencias”.

Para el mandatario ceutí, con estos reconocimientos se pretende constatar lo realizado, por qué:

“Si de algo estoy convencido es de que, para las personas que han sido actores de este trabajo, la mejor remuneración es la satisfacción del deber cumplido, la misión cumplida, y sé que se ha cumplido”.

Vivas también ha tenido una “obligación moral”, con unas palabras, hacia las 160 víctimas de la COVID-19 y hacia sus seres queridos, “la parte más dura e irreparable” de la pandemia, así como una mención especial al personal del Servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Consejería: “Lo habéis hecho muy bien, con solvencia, prudencia, moderación y dedicación”.

Palabras de la jefa del Servicio de Epidemiología

Por su parte, Ana Rivas, ha reiterado en su intervención que la llegada de los 127 rastreadores militares a lo largo de la pandemia, supuso “una ayuda extraordinaria” con la que no se contaba.

También reconoció que del equipo de la Comandancia han asimilado conceptos como disciplina, orden, jerarquía y lealtad, los cuales, dice haber interiorizado e incorporado a “nuestra visión del trabajo y de la vida”.

Asimismo, ha valorado la Misión Baluarte entre las dos instituciones de coordinación y apoyo, para exaltar que, “Ceuta ha sido ejemplo de eficacia en la operación”, pero que:

“Pasamos, como equipo que fuimos, militares y sanitarios, sanitarios y militares, momentos extremadamente duros de incertidumbre, de incomprensión por parte de los ciudadanos, muchas veces estuvimos a punto del desbordamiento, pero de una manera u otra los fuimos superando”.