Existe en nuestro Ejército una costumbre muy castrense que consiste en recordar los aniversarios de determinados hechos históricos que configuran nuestra actual identidad, son las denominadas efemérides, en el presente año 2022, celebraremos el 150 aniversario de la creación de las unidades de ferrocarriles militares.

“Construir, reparar y explotar las vías férreas que fuesen necesarias al Ejército”, esta fue la misión principal de nuestras unidades de ferrocarriles militares desde su inicio en 1872 hasta que en 2008 fue disuelto el Regimiento de Ferrocarriles nº 13, última unidad independiente de esta especialidad.

Pero…, comencemos por los orígenes del ferrocarril en nuestro país, porque, sin esa información, es difícil entender la historia de los ferrocarriles militares españoles. Para ello situémonos en la Cuba de 1837, en aquella época provincia española. Allí será donde se construirá la primera línea de ferrocarril de nuestra nación, fue la línea entre La Habana - Güines, cuya implantación fue dirigida por ingenieros civiles extranjeros, pero con el asesoramiento de nuestros ingenieros militares. Con este hecho la Isla se convirtió en el segundo territorio del continente americano, primero en Hispanoamérica y séptimo del mundo en introducir el ferrocarril.

En este momento de nuestra historia también es justo destacar la labor del teniente de Ingenieros Manuel José Carrera que en 1839 fue el primer español en dirigir la construcción de una línea de ferrocarril, entre Cárdenas y Bemba (Matanzas), también en Cuba.

Posteriormente no fue hasta 1848 con la inauguración de la línea Barcelona-Mataró, de 29 kilómetros, cuando se inauguró el primer ferrocarril peninsular. Y a partir de entonces se produce una rápida extensión del ferrocarril por todo el país gracias al esfuerzo de compañías independientes. Este desarrollo exponencial se mantuvo durante el siglo XIX y los inicios del XX, hasta la guerra civil española (1936-39) donde hubo un deterioro considerable de la infraestructura.

De este modo la crisis de los años 30 y la guerra civil, como hemos dicho, provocarán la ruina de las primeras compañías independientes de ferrocarriles obligando al Estado en 1939 a intervenir estas ferroviarias. Consecuencia de ello en 1941 con la Ley de Ordenación Ferroviaria y del Transporte por Carretera se constituye la empresa pública Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (RENFE) donde quedarán integradas las antiguas compañías privadas, comenzando a partir de entonces una ingente labor de reconstrucción, modernización y gestión que dura hasta la actualidad, consiguiendo que España sea hoy un referente de los ferrocarriles de alta velocidad.

Ahora es el momento de preguntarnos, ¿cómo surge el concepto de ferrocarril militar?

En la segunda mitad del siglo XIX comienza la gran expansión ferroviaria en España y con ella, su primera Ley General de Ferrocarriles de 1855. Paralela a esta ley, nace el primer reglamento para el transporte de las tropas por ferrocarril en 1856, el cual regulaba el transporte de tropas y materiales, todo ello con el fin de que los capitanes generales pudieran emplear este medio para trasladar a los mozos desde las zonas de reclutamiento hasta sus unidades de destino; o para transportar cargas voluminosas en la premura de las operaciones.

En este primer reglamento se regula la reducción del 50% en el precio del billete para aquellos que empleaban el ferrocarril para comisiones de servicio o bien con el objeto de regresar a sus domicilios una vez licenciados, todo ello, previa presentación del pasaporte en la taquilla. En este reglamento se establecieron las normas que han llegado hasta nuestros días, tales como: el servicio de guardia o la figura del oficial de embarque, además de la separación en vagones de distinta clase para los oficiales, suboficiales y la tropa.

A partir de ese momento las empresas ferroviarias y las unidades militares mantendrán una relación estrecha de colaboración mutua en un viaje lleno de cambios, transformaciones y adaptaciones.

El Ejército español no permaneció indiferente al progreso que representaba la aplicación del vapor a la locomoción. Dada la índole técnica del servicio y los conocimientos especializados que requerían los ferrocarriles fueron encomendados desde su principio al entonces Cuerpo de Ingenieros Militares. Pero será con la Real Orden de 3 de octubre de 1872, de Reorganización de las Tropas de Ingenieros en la Península, cuando se iniciará la creación de las primeras unidades de ferrocarriles en el Ejército al pasar de 2 a 4 Regimientos de Ingenieros con 6 compañías cada uno, en los que la 5ª compañía será de ferrocarriles. Esta fecha se considerará la de la creación de las unidades de ferrocarriles en España.

Hacer un recorrido histórico de las unidades de ferrocarriles es hablar de una época tan convulsa y llena de cambios como los vividos en nuestro país en los últimos 150 años: guerras carlistas, guerra de África, campañas de Cuba y Filipinas, campaña de Marruecos, crisis de la Restauración, República, Guerra Civil, dictadura y democracia. Éstos cambios de situación política van de la mano de todos los cambios de denominación, adaptaciones orgánicas, ubicaciones y transformaciones que han sufrido las unidades: Compañía de Ferrocarriles (1872), Batallón Mixto de Telégrafos y Ferrocarriles (1877), Sección de Ferrocarriles del Tren de Servicios Especiales (1883), Batallón de Ferrocarriles (1884), Compañía de Depósito (1908), Regimiento de Ferrocarriles (1912), 1er y 2º Regimiento de Ferrocarriles (1919), Regimiento de Ferrocarriles (2ª República 1931), Servicio Militar de Ferrocarriles (1935), Agrupación de Batallones de Zapadores Ferroviarios y de Movilización y Prácticas de Ferrocarril (1941), Regimiento de Zapadores Ferroviarios n.º 13 y Regimiento de Movilización y Prácticas de Ferrocarriles nº 14 (1963) y por último Regimiento de Ferrocarriles n.º 13 (1995), hasta que el 1 de enero de 2009, el personal, medios y las misiones de este último regimiento se integraron en una Compañía de Ferrocarriles del Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros nº 12 (RPEI 12), siendo esta actualmente la única pequeña unidad de la especialidad de ferrocarriles que queda en el Ejército español.

Como tributo a todos los españoles que han servido en las unidades de ferrocarriles, desde la biblioteca Histórico Militar de Ceuta, hemos querido hacer nuestra pequeña aportación a esta efeméride recopilando su bibliografía, para poner al servicio del lector que lo demande, ya sea erudito o curioso, este maravilloso, complejo y prolífico mundo de los ferrocarriles.

Al ponernos a ello y fruto de la herencia que en su día configuraron nuestros actuales fondos, hemos caído en la particularidad de las bibliografías que esta biblioteca posee acerca de los ferrocarriles, llegando a la conclusión de que, aunque no sean grandes en número de volúmenes sí lo son en importancia. Poseemos manuales, prontuarios, guías, conferencias, informes, memoriales y planes de estudio; algunos anteriores a 1901 procedentes de nuestro “Fondo Antiguo”. Estas obras, algunas digitalizadas, están escritas en castellano, en inglés, en francés y en italiano. Algunos de ellos solo están disponibles en nuestro centro. Además, como biblioteca militar que somos, custodiamos volúmenes específicos militares relacionados con el uso del ferrocarril en el escenario militar tanto de carácter histórico como técnico ubicados en nuestra sección del Arma de Ingenieros. A ellos se añaden los contenidos de nuestras secciones de doctrina, logística, distintivos y uniformología.

Otro de los valores documentales que posee este centro es nuestro fondo especializado en África, del cual hemos rescatado para nuestros lectores documentos curiosos y escasos; memorias de líneas africanas, episodios de campañas militares en las que la intervención del ferrocarril fue protagonista y conferencias sobre la implantación del ferrocarril en el Protectorado español en Marruecos.

También hemos recopilado para nuestros usuarios conocimientos históricos ferroviario-militares dispares, tales como: los que haciendo el servicio militar en ferrocarriles encontraban una colocación en RENFE o cómo se montó el tren del despiojamiento, no solo para la extinción del piojo, vehículo del tifus en 1921, sino como elemento de limpieza e higiene. Ofrecemos la posibilidad de ver los planes de estudio de los cadetes ingenieros, siendo el ferrocarril una de sus asignaturas y paseando por el “Estudio del Cuerpo de Ingenieros” poder ver las fotografías de instalaciones, locomotoras, elementos pedagógicos y personal que configuraban estas unidades tan trascendentes para nuestra historia y por ende nuestra identidad.

Para terminar con esta labor conmemorativa de honrar a nuestros “Pitufos”, denominación con la que cariñosamente llamaban así a nuestros militares ferroviarios, dado que el personal destinado en ferrocarriles tuvo el privilegio de vestir de azul en el pasado, ponemos al servicio del lector de hoy y de siempre una selección de novelas cuyo protagonista es de una u otra manera el tren. Aquí no puede faltar ni el señor Norris, ni Hércules Poirot. Tampoco debemos olvidar a Iván Ogareff más conocido como Miguel Strogoff ni por supuesto Ana Karenina.

Realizado el trabajo de recopilación de la bibliografía relacionada con la presencia del tren en España y de nuestras unidades militares de ferrocarriles, animamos a todos los interesados en la materia que nos visiten y disfruten de los textos que ponemos a su disposición, también pueden consultarlos mediante el documento “Exposición virtual 150 Aniversario Unidades de Ferrocarriles” que se pueden descargar mediante el código QR que adjuntamos.