Casado, tu obsesión me preocupa
Casado tiene un serio problema con las mujeres.
Casado, ese macho alfa que denigra el feminismo, hunde la igualdad, y mercadea con las mujeres, ha vuelto a patinar.
Casado ha vuelto a creer que somos un útero encargado únicamente para parir niños.
¿Que la natalidad está muy baja en España y eso peligra el futuro del País?
Mujeres, hay que parir.
¿Que hay que sustentar las pensiones?
Mujeres, hay que parir.
¿Que hay que jugar a creer que son defensores de los derechos de las mujeres, ahora que el feminismo según ellos es de comunista y, por tanto, no apoyan ninguna manifestación ni huelga, pero saben que no se pueden desvincular de esta cuarta ola que va a cambiar la Historia de España e incluso decidir los resultados de abril? Pues toca lanzar una propuesta.
Mujeres, hay que parir.
Y es así como a Casado le ha vuelto a fallar las neuronas a querer lanzar la medida más mezquina, misógina, xenófoba y excluyente, desde hace muchos años, concretamente desde el franquismo, al hacer elegir a las mujeres entre la seguridad y la protección tras el horror, la miseria y la guerra, o sus hijos e hijas.
Sí, lo que he dicho. Casado ha pretendido decirle a una mujer inmigrante que si entrega a su hijo e hija en adopción tendrá garantías para quedarse en España.
Hay que ser muy fascista para tener la semejante ocurrencia.
Y claro, tuvo que rectificar. El problema ha llegado cuando, mientras cargaba contra todo Cristo por hacer ver que se manipularon sus palabras, gente de su partido seguía defendiendo la propuesta.
Torpeza política y ataque brutal a los derechos humanos.
Y ahora, me voy a dirigir a ti.
Casado, tu obsesión me preocupa.
Que quieras cambiar la ley del aborto es normal porque eres del Partido Popular.
Que confundas violencia de género con la doméstica es normal, porque eres del Partido Popular.
Que quites independencia a las feministas es normal, porque eres del Partido Popular.
Pero que quieras reproducir el cuento de la criada en la actualidad, no es propio del Partido Popular, es propio de una mente enfermiza, ni siquiera patriarcal.
Desde luego que es verdad eso de que la realidad muchas veces supera a la ficción.
Toca reaccionar en las urnas.