Tras dos años sin poder celebrar nuestras fiestas patronales en honor a Santa María de África, como consecuencia de la pandemia, los ceutíes recuperamos este tiempo lúdico de encuentro y diversión que es nuestra feria.

Las fiestas son una manera de expresar nuestro sentido lúdico de la vida, de hacer un paréntesis en la rutina cotidiana. Son también una manifestación de nuestra identidad, de nuestra forma de ser, por eso la participación de los ciudadanos es, en definitiva, la esencia de estos festejos.

Nuestra feria es el resultado de un proceso cultural y de identidad que se trasmite de generación en generación. Es un fenómeno sociocultural. Las fiestas patronales son una celebración que pertenece al pueblo y que constituye un espacio para la integración, la unión y solidaridad entre los habitantes de cada comunidad. Es un elemento central de la organización social, un factor de vitalidad local, y un componente clave en la identidad cultural y la manera de ser de un pueblo.

Por esta razón las fiestas son un punto de encuentro, donde las personas se unen para celebrar y olvidar por un espacio corto de tiempo, la rutina de la vida cotidiana.

Ese punto de encuentro, en nuestro caso, es el real de la feria, un espacio compartido donde todos y todas coincidimos para celebrar la vida.

Tras estos años sin poder conmemorar nuestras tradiciones, ahora más que nunca estamos deseando celebrar esta fiesta tan colorista, alegre e intensa.

Sin embargo, no podemos olvidar que el virus sigue presente y continúa sesgando vidas. Por este motivo pido cierta precaución a todos los ciudadanos y ciudadanas de Ceuta.

Por otro lado, ya hemos articulado todos los mecanismos necesarios para garantizar unas fiestas seguras en los que la diversión sana sea la única protagonista.

Quiero felicitar a todas y a todos los ceutíes, deseándoles que pasen una feliz y alegre feria.

Mis mejores deseos para estos días.