Empleo de animales para la caza
El pasado sábado dos personas me abordaron en una calle para que firmara un manifiesto en contra del empleo de animales para la caza.
No lo firme, en cuanto tal y como les comenté no estaba totalmente de acuerdo con lo expuesto, los demandantes no me insultaron con la palabra, pero si las miradas insultaran, las suyas posiblemente se acordarían de tres o cuatro generaciones de antepasados míos.
Vaya por delante que no soy cazador, si tengo armas es por motivo deportivo, y que jamás he salido de cacería, batida o como se quiera llamar.
No estoy de acuerdo porque todo lo extremista y radical no es justo, por ejemplo, si un día un taxista (que me perdonen los taxistas) me da tres vueltas a la ciudad y me cobró el doble, ese taxista es un sinvergüenza que merece le quiten la licencia, pero evitare generalizar y meter a todos los taxistas en el mismo saco.
Pues en la caza ocurre igual, habrá cazadores que no cuiden a sus perros de caza como debieran, que para ellos son meras herramientas, los habrá, no lo dudo, pero la inmensa mayoría y del mundo de la caza entiendo algo, cuidan a sus perros hasta con mimo diría yo, y esto es lógico por los siguientes motivos:
1.- Normalmente son perros de raza, muy caros.
2.- Son perros instruidos, que ha costado tiempo y dinero darles las enseñanzas para las que se emplea, por lo que son difíciles de reemplazar.
3.- Y más importante, la inmensa mayoría de los cazadores son seres humanos y personas normales, que sencillamente ejercen una afición reglamentada de forma responsable, tanto con el cuidado sus animales de caza como con los animales que cazan (especies, numero, fechas, etc.).
Me atrevería a decir, y esto me va a costar críticas, que la vida que llevan estos perros empleados para la caza, por término general es mucho más sana que las de los que tienen perros como animal de compañía en sus casas.
Los perros de cazadores salen al campo a correr (se les entrena), comen adecuadamente (tienen que tener un peso adecuado), tienen todos los papeles en regla, tanto de propiedad como sanitarios (de eso ya se encargan los agentes de Medio Ambiente y los del SEPRONA), mientras que los perros caseros la inmensa mayoría de las veces se les da un trato que creyendo que es el mejor para el animal, no lo es en absoluto, se les trata como más humano que como lo que son, en mi humilde parecer, se les malcría y ello trae consigo que involuntariamente para el propietario, el animal acabe con enfermedades de forma prematura (obesidad, pérdida de visión, olfato, movilidad…etc.), padecimientos innecesarios que posiblemente se hubieran evitado si hubiese llevado una vida más de acorde con su condición canina. Evidentemente esto no ocurre con todos los perros y demás animales de compañía que viven en un hogar familiar, muchísimos de ellos se crían en condiciones óptimas y viven gozando de una salud excelente.
Si, si hay que perseguir el maltrato animal, de todo tipo, tanto de cazadores como el recibido en muchos domicilios, pasando por todo tipo de establecimientos de venta/acogida…, etc. Perseguirlo y condenarlo de acuerdo a una ley, pero jamás prohibir taxativamente el empleo de animales en actividades que llevan siglos realizándose y que en la mayoría de los casos se practica de forma seria y responsable.