“Gobierno de cooperación, ¡sí, de coalición!”

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Pool Moncloa/Borja Puig de la Bellacasa

Esto no va de sillones sino de cumplir con la gente y el PSOE o como mínimo sus dirigentes han demostrado que no son de fiar. Sin el empuje de Podemos no hacen políticas reales de izquierdas.

Y además no cumplen lo pactado por eso hay que estar ahí. Por Europa hay que estar ahí. Por España y su sociedad hay que estar ahí. Recordar que sin Podemos aún gobernaría el PP. Y es más que justa y honesta la solución propuesta. No es Unidas Podemos quien amenaza con nuevas elecciones. No las deseamos pero no aceptamos amenazas de quienes no escuchan a sus bases y aún estamos esperando que sean contundentes contra las cloacas del Estado y sus sicarios. Y sin embargo, a pesar de todo eso o quizás por todo eso, tendemos la mano al PSOE para mejorar la vida de la gente corriente en primer lugar y del resto de españoles y españolas a la vez. “¡Con Rivera no!” sólo da una solución. Pero aunque las bases socialistas no hubieran enviado un mensaje claro a Sánchez, el PSOE no puede ni debe caer en manos de Ciudadanos por el bien social y progresista de este país. Así que quiénes continúan con el mantra de los sillones o bien hacen un razonamiento muy simple y erróneo o bien lo hacen malintencionadamente para confundir o preparar el terreno para nuevas elecciones asignando el papel, nuevamente, de mala de la película a Unidas Podemos. ¿Verdad que nos suena de algo? Llevamos toda la vida así. Desde que nació Podemos. Desinformación, manipulación y meter miedo. Al menos por parte de gran parte de la opinión pública y la totalidad de los partidos afines al Ibex35 y poderes económicos. El PSOE a veces nos recuerda a esa famosa frase de Groucho Marx “Estos son mis principios. Si no le gustan…, tengo otros”.

“Que entre en el Gobierno Podemos no es ningún problema” dijo literalmente Pedro Sánchez en la recta final de las elecciones generales del pasado mes de Abril.

Se nos exige un sentido de Estado y un sacrificio por el bien de España pero curiosamente a los dirigentes del partido que cuando les parece sacan pecho por sus 140 años de historia, y su capacidad de entrega y su saber gobernar no se les culpa de no ser capaz de llegar a un acuerdo de gobierno y de no anteponer los intereses de España a los suyos propios. Las responsables únicas siempre son, como no, Unidas Podemos. ¡Y vuelta la burra al trigo! Es preciso, obligatorio, recordar en este momento como el PSOE se abstuvo para que Rajoy gobernara. Situación, reitero, que seguiría hoy día si no es por Unidas Podemos. No hace tanto que el señor Sánchez renunció a su escaño para no tener que abstenerse ante Rajoy. Y cuando renació triunfante como secretario general del PSOE ¿Qué ocurrió con muchos de esos diputados y diputadas socialistas que si “habían tenido sentido de estado sacrificándose por el bien del país”?

Dejamos varias premisas y preguntas por si alguien desea entretenerse en confeccionar algún silogismo. Pedro Sánchez renuncia a su acta de diputado por no querer abstenerse en la sesión de investidura de Rajoy. El PSOE con sentido de estado se abstiene. ¿Se abstuvo Sánchez y demostró tener sentido de Estado? ¿Es este Sánchez o sus afines quiénes exigen sentido de Estado a los demás? ¿Es este Sánchez el mismo que en campaña no tuvo problemas en indicar que con Unidas Podemos no era un problema? ¿El mismo qué, hace poco, no tuvo problemas para aceptar los apoyos de Unidas Podemos y otros partidos, entre ellos catalanes, para ser investido presidente del Gobierno? ¿Ahora esos apoyos y la cuestión catalana representan un problema pero hace unos meses no? Los políticos tienen el deber de gobernar para todos los ciudadanos y ciudadanas y no sólo para los y las que les votaron. En España cada vez es más notorio que se deben llegar a acuerdos para poder gobernar. De cooperación o cómo se quieran llamar pero eso implica coalición de partidos para gobernar.

Esto no es un juego pero alguno se comporta como si lo fuera, creyéndose equivocadamente, dueño del balón y amenazando con que si no juega de delantero y capitán se lleva el balón. ¿Y quién provocó las recientes elecciones generales? Ya no creo que a nadie le quepa la menor duda de que fue el mismo que provocará las siguientes de haberlas en noviembre. ¿Quién se lleva el balón? ¿Pedro Sánchez campeón? Creemos que perderíamos todos los progresistas.

Es el momento de recordar unas palabras de Ortega y Gasset “Sólo se aguanta una civilización si muchos aportan su colaboración al esfuerzo. Si todos prefieren gozar el fruto, la civilización se hunde”. El compromiso social es la responsabilidad social que desarrolla una persona u organismo hacia su comunidad y que se traduce en una búsqueda voluntaria del bienestar general por encima del particular. No sabemos si los que tienen la responsabilidad de formar un Gobierno para España lo tienen claro.

Sacaremos a colación otra frase de Marx, Groucho Marx, “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”. Parece que algunas personas están intentando dar la razón a Groucho. El diagnostico falso es más que evidente cuál es y lo unen continuamente al tema sillones como la posesión del anillo por parte de Sméagol, posteriormente nombrado como Gollum. ¡No, no y no. Una y otra vez! No es cuestión de sillones sino de que si Unidas Podemos no está en el Gobierno nadie garantiza a los y las españolas que se vayan a cumplir los acuerdos pactados y a realizar políticas sociales progresistas. Ya lo hemos podido comprobar desgraciadamente. Y en cuanto a lo de aplicar los remedios equivocados también se están obstinando en darle la razón pues la amenaza de repetición electoral, que por desgracia hemos escuchado a algunos exponentes del PSOE, además de suponer una falta de respeto a los ciudadanos, daría la oportunidad a las derechas de recuperar el poder. Igualmente sería un remedio desastroso el “riverazo”. Tomando las palabras de Echenique en una reciente entrevista: “Hasta ahora se ha aplicado un dogmatismo económico neoliberal, mal llamado de austeridad, que es cruel con la gente trabajadora y un fracaso en lo económico, una receta que no consigue los objetivos explícitamente declarados. En España la deuda se ha disparado. Ahora despega el crecimiento, pero mal repartido. Que una de las economías más potentes de la zona euro haya un Gobierno que demuestre otro tipo de políticas económicas, y creo que el PSOE y Unidas Podemos lo podemos demostrar, es en lo único que deberíamos estar pensando”. Y parafraseando al propio Pedro Sánchez: “Quiero dejar constancia de que tengo otra visión de la política, y de que considero que la democracia se debe nutrir, cada vez más, de nuevas maneras de participación”. ¡Pues dé la oportunidad a Unidas Podemos, no lo dude más! Y esta otra frase cobra un sentido estratosféricamente maravilloso si se une a la de “¡Con Rivera no!”; “Estoy convencido de que la mayoría de ellos, tanto afiliados como votantes, no eligen al PSOE en unas elecciones para apoyar aquello que quieren cambiar”.

Volveremos a insistir, esto no va de sillones sino de defender a la gente. En primer lugar, España necesita un Gobierno que garantice el empleo estable y con derechos, limitando la precariedad y blindando la suficiencia y la revalorización de las pensiones. En segundo lugar, es necesario garantizar la transición energética haciendo frente al cambio climático e implementando una nueva política industrial. En tercer lugar, hacen falta alquileres asequibles, suficiencia de ingresos a los ciudadanos en situación de riesgo social y calidad de los servicios públicos. En cuarto lugar, es imprescindible garantizar la economía de los cuidados y la igualdad de género, protegiendo a las familias y asegurando la igualdad retributiva. Y en quinto lugar, España necesita un Gobierno que garantice la justicia fiscal imprescindible para que el Estado cuente con instrumentos equiparables a los de otros socios de la Unión, para proteger los derechos sociales recogidos en la Constitución. Puntos claramente definidos y desarrollados por Pablo Iglesias en diferentes entrevistas y momentos.

Echenique lo ha expresado maravillosamente bien: “Cuando llegamos al acuerdo presupuestaria con el PSOE, o casi construimos la mayoría de la moción no fue porque confiáramos en el PSOE, sino porque entendíamos que era bueno para que el país fuese mejor. De hecho, lo que aprendimos con la negociación presupuestaria es que la confianza no es necesaria ni es suficiente. Si el poder lo tiene una de las partes, puede pasar que lo pactado no se cumpla. Eso pasó con el acuerdo presupuestario. Creo que nosotros no hemos venido a la política a hacer amigos, sino a subir el SMI, a regular los alquileres y poner orden en el casino que es el mercado eléctrico. Cuando tengamos la oportunidad, dedicaremos todo nuestro tiempo y olvidaremos los momentos en que se nos haya tratado como si no fuéramos legítimos representantes de los votantes”. Unidas Podemos ha demostrado ser leal y no tiene líneas rojas. Entendemos, que el peso de los votos, otorga un liderazgo dentro del Gobierno que debe tener el PSOE pero Unidas Podemos se ha ganado, porque así lo han decidido los electores, formar parte de ese Gobierno. Se lo debemos a los españoles y españolas que cada día se despiertan para ir a trabajar y sacar adelante su familia pensando en vivir en un país más justo socialmente. Si esto no fuera suficiente, además, la situación de la Unión Europea requiere, frente al auge de la xenofobia y los proyectos reaccionarios, que España se convierta en un referente de los derechos sociales y medioambientales, de la cooperación y del diálogo, como bases de la estabilidad. Solo una Unidas Podemos en el Gobierno es garantía de actuar en estas direcciones.

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