La derecha europea está dando un ejemplo de la importancia que le merece la democracia. Por encima de los intereses de partido, por el conocimiento y las experiencias históricas de lo que aconteció en la última gran tragedia mundial en nuestro continente, los partidos conservadores tienen clara la necesidad de establecer un cordón sanitario que impida que la ultraderecha contamine la estabilidad democrática. Es cuestión de Estado que formaciones políticas como la extrema derecha no ocupen las instituciones.

Alguien puede decir que de ese modo se vulnera la democracia. En Francia, Alemania, Holanda o en otros países europeos, saben mucho antes que nosotros lo que es la democracia. Nosotros llegamos más tarde y nos costó mucho poder llegar a vivir en libertad. Es lamentable que la formación política que he mencionado, venga ahora a dar lecciones de libertad y de rigurosidad en el funcionamiento de las instituciones. La época que defienden llevó a nuestro país a la noche más negra y que tardamos cuarenta años en salir de ella. Claro, todavía hay que seguir mejorando, nos indignan opiniones y hechos que no nos gustan; pero estamos en democracia, algo en lo que estos señores no parecen sentirse cómodos, excepto para no dejar de insultar, para difundir y sembrar odio.

Hablan mucho de nuestra nación y de la bandera, nadie se va a oponer a ello, no obstante, olvidan algo fundamental. España y la bandera es de todos los españoles, no les pertenece a ellos en exclusividad. Nuestro país son los ciudadanos que viven en los pueblos, en las grandes ciudades, en la España vaciada, en la costa, en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. España va avanzando con las medidas que adopta el Gobierno, formado gracias a la soberanía nacional, con la legitimidad de nuestra Constitución y el respeto que se merecen los millones de votantes que lo han permitido.

Sería una buena noticia democrática que la ultraderecha no entre a formar parte del Gobierno de Castilla y León. La mejor noticia para el presente y un futuro de progreso de esta Comunidad, para los jóvenes, los habitantes de las zonas rurales, los agricultores que verán mejorada su situación, gracias a la Política Agraria Común, los avances de la cadena trófica… La defensa de la mujer e igualdad de género, que la educación favorezca un crecimiento en autonomía y libertad, el desarrollo y modernización de la industria no corran peligro. En fin, las instituciones europeas estarían más tranquilas con un Gobierno en solitario del Partido Popular.