“¿Y si hacemos referéndum para dejar España y ser de Marruecos?”
Les aseguro a ustedes que un día de estos mi nieto me va a dar un disgusto. ¿Pues no va y me dice el otro día, tan campante, que a lo mejor deberíamos ser marroquíes y dejar de ser españoles? Yo, en un arrebato mezcla de ácido sulfúrico y arranque por seguidillas me lancé a soltarle una retahíla de datos históricos, geográficos, políticos y legales aderezado con aspavientos para que esa barbaridad que se la quitara de la cabeza. ¿Qué miserable antipatriota había tenido la osadía de ponzoñar su mente con esas tonterías?
A buen seguro se debió de sentir abrumado, porque me dijo muy preocupado que me calmara, que no era bueno para mi tensión. “Abuelo”, me dijo, “tienes razón, somos españoles por derecho, pero es que no sé si merece la pena pertenecer a España. A lo mejor deberíamos hacer un referéndum para dejar España y ser de Marruecos. Seguro que nos iban a poner menos pegas que a los independentistas catalanes”.
Me intrigó esa confusión mental suya hasta tal punto que decidí dejar que argumentara su inquietud, con la secreta y malvada intención de darle un zasca intelectual y tirar por los suelos sus razones pueriles.
-A ver, dime, ¿por qué piensas que sería mejor ser de Marruecos? Si es un país con poca seguridad jurídica, con una democracia de pega, sólo nominal, y todos esos países tienen mucha corrupción.
-Abuelo – me respondió- ¿Me hablas de corrupción y de seguridad jurídica y cumplimiento de la ley estando en Ceuta? ¿Has visto que media ciudad se ha construido ilegalmente, que a cualquier casucha le levantan dos o tres plantas por la cara y no pasa nada, que construyen edificios ilegales en muchas zonas de la ciudad y nadie tiene cojones (mi nieto es muy mal hablado) de echarlos abajo? ¿Has visto la cantidad de imputados del caso EMVICESA? ¿Has visto cómo el Gobierno cobra los complementos ilegales que les da la gana, crea cargos con procedimientos ilícitos y que a pesar de haber sentencias judiciales no ocurre nada? ¿Has visto la cantidad de enchufados que viven de chupar del bote en las sociedades municipales, asociaciones y chiringuitos con la connivencia de algunos partidos de la oposición? ¿En serio me hablas de corrupción?
No me podía imaginar que mi nieto estuviera tan puesto en esto de la actualidad local. Pensaba que la Nintendo Switch y Tik Tok copaban el cien por cien de sus intereses vitales. Me dejó tambaleando con la contundencia de su contestación, por lo que decidí ir por otros derroteros, los derroteros del corazón.
-Veamos, Jacinto- que así se llama mi nieto-, esos son detalles que tarde o temprano saldrán a la luz, confiemos en la Justicia- le dije, a pesar de odiar tener que mentir a mi nieto. - ¿Pero qué me dices de los lazos afectivos que nos unen como españoles, el cariño y respeto del resto de España hacia los caballas?
-Abuelo, - contraatacó- España pasa de nosotros. No nos tienen en cuenta para nada. Nos ningunean, muchos nos consideran un vestigio colonial en Marruecos, sobre todos esos de Podemos, nuestro vicepresidente estaría encantado de abrir negociaciones con Marruecos para hablar de Ceuta, lo ha dicho más de una vez. El Gobierno no nos tiene en cuenta para nada, no nos cita para eventos institucionales. Las empresas no quieren hacernos envíos a Ceuta, Amazon es como si no existiera aquí, aseguradoras como Línea Directa no aseguran en Ceuta. ¿Y qué me dices de nuestro querido rey? ¿Hace algo, levanta la voz para luchar por venir a Ceuta como a cualquier otro territorio español? No. El Gobierno de Sánchez veta la visita a Ceuta y él ni fu ni fa. Fíjate Mohamed, se salta el control aduanero en un yate para venir a saludarnos desde la costa. ¿No es eso tener interés por nosotros? Al menos, siendo de Marruecos se acababa el problema de la frontera y de los saltos a la valla.
Bueno, esto ya pasaba de castaño oscuro.
-¡Niño, que esa visita seguro que era un bulo, un montaje! No me calientes, que al final te voy a desheredar. ¿Será insolente el mocoso, hablar así de nuestra Ceuta? ¡Un español católico y apostólico jamás entregaría a Ceuta! -tuve que contestarle perdiendo un poco los papeles.
-Pues, abuelo, no debió de pensar lo mismo el conde don Julián, porque...
Llegados a este punto de la conversación tuve un pequeño vahído, y me tuve que sentar. Mi nieto, bastante apurado, tuvo que parar la conversación y darme ánimos, porque me vio en un estado tan encendido que temió que cortocircuitara mi cortex prefrontal. Aproveché la coyuntura para pedirle un platito de jamón de pata negra y un vinito de rioja, para reivindicar mi españolidad. Debo decir que resultó mano de santo, aquello me recompuso como el bálsamo de Fierabrás
-¿Ves? - Le dije- Si fuésemos marroquíes nos sería bastante complicado comer jamón y beber vino. - Aunque no me lo creí ni yo- ¿Es que no te das cuenta?
Mi nieto se calló, más por cortesía y respeto que por convicción, pero sé que tenía preparadas unas cuantas objeciones a mi última observación.
Puñeteros nietos, ¿no podían disfrutar leyendo el Quijote en vez de dar por saco? La culpa es de los padres, que no los educan como dios manda.