“La vida te da sorpresas”
Sorpresas te da la vida, ¡ay Dios!... Mientras suena la canción salsera de Rubén Blades, que da título a mi columna de hoy, y compruebo las últimas informaciones publicadas sobre la formación política liderada por Pablo Iglesias (el transparente, el honesto, el no casta…), viene a mi memoria su intervención de 2017, en la tribuna del Congreso de los Diputados, en la que acusó con vehemencia a Mariano Rajoy sobre la supuesta “caja B” del Partido Popular afirmando “solo un incompetente podría no saber lo que estaba ocurriendo en su partido”, “usted no niega los hechos, niega conocerlos” o “si usted nos convence, llegamos a la conclusión de que es usted un incompetente”.
Para sorpresa de sus simpatizantes y socios en el Gobierno de España, no solo el Tribunal de Cuentas investiga a Podemos por supuestas irregularidades contables relativas a las elecciones generales del 28A, sino que ahora es la Justicia española quien investiga si esta formación ha podido incurrir en los delitos de malversación y administración desleal como consecuencia de la presunta existencia de una “caja B”. El juez instructor señala como muy irregular a la denominada “caja de solidaridad” del partido, un fondo creado con donaciones del exceso de sueldo de los cargos públicos, desde la que se pudo abonar la cantidad de 50.000 euros a la empresa “Comunicación Popular”, una web cuyo máximo responsable es una persona cercana a Rafael Mayoral.
Aunque ya no sorprende a nadie un personaje que ha faltado desvergonzadamente a todas sus promesas, rompiendo en numerosas ocasiones el contrato electoral suscrito con sus votantes. ¿Dónde han quedado sus compromisos de mantener su residencia en Vallecas, repartir entre un 15% y un 30% de sus retribuciones, limitar a dos legislaturas sus mandatos o cuándo asumir responsabilidades políticas por causas de corrupción? Porque no podemos obviar cómo, ante la pregunta del periodista Vicente Vallés en el último debate electoral celebrado “¿en qué momento asumiría responsabilidades políticas por causas de corrupción política?”, respondió sin ruborizarse “apertura de juicio oral, dimisión, así de claro y así de concreto”.
Aún recuerdo cómo Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, Iñigo Errejón, Carolina Bescansa, Tania Sánchez y Luis Alegre protagonizaron el congreso fundacional de la formación populista, que se presentaba como el recambio generacional e ideológico frente a la vieja política, frente a la casta. Pocos años después, y con tan solo Pablo Iglesias en el liderazgo tras la purga ejecutada al más puro estilo estalinista, comprobamos cómo han sido incumplidas todas sus promesas. Ya no vive en Vallecas, sino en un “casoplón” en Galapagar, percibe unas retribuciones muy por encima del salario mínimo interprofesional (78.000€), acude a la sanidad privada para solventar sus problemas de salud y tiene un servicio exclusivo de vigilancia en el hogar compuesto por guardias civiles y policías nacionales. La vida te da sorpresas, sorpresas de la vida, ¡ay Dios!