La tragedia de los exiliados en Alemania
Por razones de estas líneas, tengo que confesar mis miserias en Alemania, las materiales, comenzaron muy pronto. Angustias que fueron mitigadas por la extraordinaria idea de mi padre, un zapatero remendón, de impulsarme a vender lotería en el pueblo, de hacer de mesero, vender vino desde los cinco años y medio, todo ese paquete de trabajo agudiza la picaresca, su adhesión, programarme catedrático en la universidad de la vida. Y en adelante, cualquier venta callejera de eso surgió la idea de vender condones al sector profesional en Alemania.
Por alguna extraña razón, no pensaba en tiempos oscuros. Al contrario, me arrojé a quijotescas aventuras y desventuras en el país Germano, como emigrante español en Alemania, sin un céntimo de euro y sin conocer a nadie. Cada hazaña era seguida por una nueva utopía hasta adelantar posgrados de sabiduría, la mejor universidad la vida, trabajar de basurero, pasando por vender preservativos al sector profesional.
Claro que nunca clavé un clavo en la pared alemana ni tiré el abrigo en el diván, porque como decía Bertolt Brecht, pensaba que mañana estaría de regreso a España. No era fácil; era inevitable el desgarro de emociones y nostalgias por estos países germanos, y amigos que me habían dado la mano. Una ilusión imposible sin dosis de locura, aunque lentamente descubrí que, sin haber huido, había firmado un exilio eterno y permanente en Alemania. Cada uno de los tres intentos de retorno significaron pensar en un nuevo exilio, como si purgara una condena en el infierno de la emigración.
En “Un español en Alemania", queremos ayudar a jóvenes y mujeres que se encuentran en situación de prostitución o son víctimas de trata con fines de explotación sexual a través de mis ventas de preservativos. Esta es la misión de vender preservativos, quiero ayudar a las mujeres de habla hispana en Alemania para salir de la prostitución y lograr una vida digna para ellas y sus familias. Vendiendo condones quiero aliviar su sufrimiento, brindarles apoyo y ayudar en su camino hacia una vida digna y justa, abordando las causas subyacentes de la explotación y la trata de personas.
En Alemana es legal la prostitución y, ¿la explotación sexual?
En “Un español en Alemania” aclaramos, trabajamos para abordar las causas más profundas de la trata de personas y la explotación sexual en la migración, incluidas la pobreza y la discriminación. En particular, promovemos procesos voluntarios de superación de las situaciones de explotación y programas de educación y trabajo para devolver a la mujer su dignidad como persona y sanar las heridas provocadas por el comercio sexual.
En esta misión, reconocemos y afrontamos un desafío poco conocido: las dificultades para ayudar a las mujeres migrantes víctimas de explotación sexual en países, como Alemania, en la que la prostitución está legalizada.
A causa de la legalización de la prostitución en Alemania, es difícil ayudar a las mujeres víctimas de la explotación sexual, pues para que se considerar que se está frente a una situación de vulneración de derechos se requiere una intervención judicial que reconoce el delito. Hay pocas mujeres que lo denuncian, ya que, presentar denuncia supone mucho riesgo. Se toma diferente cuando la situación es claramente de trata para la explotación sexual (donde hay pruebas visibles), pero dentro de los locales donde se ejerce el reconocido ‘trabajo sexual’ no se reconocen situaciones de explotación, sino que se naturalizan como parte de dicho trabajo.
Casos impactantes
En 10 años en Alemania, "Un español en Alemania", ha reunido experiencias humanas muy fuertes: Me impactó especialmente una mujer muy inteligente: se acercó a mí para compartir una situación de violencia con su ex pareja, que la amenazaba de muerte.
Me contó que, con 16 años, su familia la echó a la calle en Cuba. Entonces un hombre adulto alemán la recibió en su casa y, por supuesto, terminó siendo su pareja, a pesar de que ella era menor de edad. Y, cuando quedó embarazada él la lleva al médico, el que, naturalmente le dice que se tiene que cuidar. Ella no entendía de qué le hablaba, ¿de qué se tenía que cuidar? No sabía que estaba embarazada, no sabía qué era un embarazo.
También el caso de una mujer y sus hijas que comían de los depósitos de basura en la ciudad de Essen Alemania. La madre ejercía la prostitución en la calle, tomaba drogas. Pidió ayuda en una situación extrema. Esta mujer, pudo experimentar un trato humano, se sintió entendida. Hizo con esfuerzo un proceso de cambio personal. Esta mujer vio cómo su vida cambiaba, y cómo podía darles a sus hijas otra vida. Ahora tiene un trabajo y proyectos esperanzadores.
Querido padre agudizar la picaresca no sé si aprendo, soy muy torpe, pero estas cinco cosas las he aprendido vendiendo condones al sector profesional.
1. Soy mucho más fuerte de lo que creí
Si hace diez años me hubieran pasado el 10% de las cosas negativas que he presenciado en la aventura de la emigración en Alemania probablemente hubiera crujido los huesos y jamás me hubiera levantado de la cama de nuevo. No es que fuera una persona distinta. Simplemente no había encontrado algo que yo amara realmente, y eso hace fácil desistir cuando las cosas no salen bien.
Después de lograr mis primeros objetivos en el serial "Un español en Alemania", de realizar nuestros sueños como migrantes, de ver cómo estamos cambiando directamente la vida de personas en Alemania, ahora sé lo que me hace avanzar sin importar los obstáculos. Cuando haces algo con pasión, con amor, no hay fuerza que te detenga.
2. Internet no es la finalidad, es el medio
Uno de mis amigos más queridos me dijo una frase excelente: “Gandhi no necesitó de Internet para cambiar el mundo”. De inmediato comprendí su mensaje: el Internet, los periodistas, los periódicos españoles que publican mi serial, son una herramienta que cambió la forma en la que podemos mejorar nuestras vidas, pero no es el fin, es un vehículo con el que podemos mejorar la vida de los demás migrantes en el mundo.
Yo no veo el glamour detrás de las startups o las empresas que viven dentro de éste. Puedo diferenciarlas entre las que usan Internet, periódicos, como fin o herramienta de ayuda didáctica, pero claro, sin juzgar, pues no hay bien ni mal dentro de estos medios. Al final del día, la bondad y maldad son cualidades humanas, no del Internet ni de los periódicos.
3. He perdido el miedo a fallar
Uno de nuestros temores más grandes es al fracaso, realmente desde pequeños tememos decepcionar a quienes “confían” en nosotros, como nuestros padres, por ejemplo. A lo largo de mi vida he “fallado” ante diversos estándares, y el tiempo al frente de "Un español en Alemania" no ha sido la excepción. Fallas existen tanto en el mundo de los negocios como en lo personal. He aprendido a aceptar que soy falible, y que, mis planes empresariales también lo son. Nada es perfecto para siempre: una página puede tener bugs; una campaña puede no atraer ningún cliente; en una charla formal puedo de repente decir “fuck”.
Lo que importa es saber mitigar esos errores, buscar y aplicar las alternativas viables para lograr lo que queremos de verdad. Conversando con alguien que recién cerró su compañía pensé que, si yo cerrara "Un español en Alemania", mañana (por la razón que sea) no tendría una pizca de arrepentimiento en mi ser, pues he actuado con entereza y confianza en mí mismo, en mi equipo, en mis mentores y en lo que estamos haciendo en la aventura de la emigración. Cada decisión que he tomado ha sido consciente de estas metas y en específico de la falibilidad que le acompaña.
4. Ayudar no cuesta nada
Gran parte de mi vida fui voluntario en diversas ONGs y Asociaciones Civiles. El impacto de éstas ha variado en magnitud, y en muchos casos representan grandes esfuerzos para poder mantenerse a flote, malabareando entre ofrecer empleos en Alemania y cumplir su misión. Pero con "Un español en Alemania” y nuestro sistema de ayuda a la migración me he dado cuenta que verdaderamente ayudar no cuesta nada, incluso en cuestiones financieras.
Tenemos la oportunidad de generar internamente el apoyo a nuestra faceta filantrópica, y al mismo tiempo nos permite la libertad de generar metas de ventas que están basadas en la cantidad de condones que debemos vender para poder donar a emigrantes españoles en Alemania cada siguiente período. Igualmente, nuestros clientes se identifican con este modelo, y saben que la compra de un artículo que les brinda salud está proporcionando autonomía y progreso a otros.
Este mundo de la economía del bien común me fascina y poco a poco vemos cómo empresas gigantes a nivel mundial comienzan a adoptarla. En un español en Alemania invitamos a las empresas españolas a exportar a través nuestro trabajo.
5. Soy Batman. Todos los somos
La mayoría de los superhéroes tienen poderes sobrenaturales, Batman no. Batman tiene los recursos y un equipo incansable que le ayuda a realizar sus tareas para vencer al mal pero sigue siendo un humano, mortal como todos nosotros. Un humano que tiene que aprender cada vez más, que tiene que entrenar, que tiene que recurrir a los expertos, que tiene una vida.
No podemos superar todas las adversidades si estamos completamente aislados, no podemos formar una alineación de gran nivel si no somos también lo suficientemente humildes para pedir ayuda. Encontré el mal, encontré los recursos y tengo un equipo increíble, mi familia, que me ayuda todos los días a cumplir esta misión. Soy Batman. Todos podemos ser nuestro propio Batman y ayudar a los nuevos migrantes españoles en Alemania, a través de las ventas de preservativos.
En conclusión, he aprendido que todos tenemos una causa por la cual luchar, todos tenemos algo que nos hace felices, y todos podemos esforzarnos para que otros tengan la oportunidad de disfrutar eso que nos trae felicidad.
Mi misión en esta vida de migrante consiste en cambiar el estereotipo de los migrantes a través de mi serial "Un español en Alemania" es algo que puedo lograr solo yo contra el mundo. Mi misión consiste en lograr que a cada persona con acceso al Internet le importe que existe alguien sin Internet y sin recursos, que no puede darse el lujo de comprar nada emigrantes españoles en Alemania que empieza una nueva vida.
Mi misión es que cada joven emigrante español en Alemania que no puede trabajar por la barrera del idioma ayudar a conectar con empresas españolas que deseen exportar productos, mi misión es dar a conocer que vendiendo condones puede sobrevivir un español en Alemania y a la vez exportar un producto elaborado en España . Mi misión es ayudar a jóvenes emprendedores españoles en Alemania, con el ejemplo. Cada una de esas personas migrantes lo merece. Y tengo todas mis energías puestas en ello.
En un español en Alemania ayudamos a empresas españolas a exportar sus productos a Alemania. Aceptamos propuestas para donaciones para seguir ayudando a emigrantes españoles en Alemania.
Puede Donar en PayPal-Konto: [email protected]