No os levantéis hasta que haya acuerdo…
Dada la situación tan sonrojante que estamos viviendo los electores, y llegados a este punto de barullo mediático, somos muchos los y las españolas que sentimos desazón y sólo queremos oír una frase por parte de Iglesias y de Sánchez: “nos vamos a sentar el fin de semana y no nos levantaremos hasta conseguir un acuerdo”. Se lo deben a España. Ambos. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias saben que están condenados a entenderse...
Agrupémonos todos y respetemos el resultado de las urnas que en definitiva lo que quieren, siempre, es que haya cuanto antes un gobierno ganador en España comme il faut. Un gobierno solvente para poner en marcha la actividad y la economía de ayuntamientos, comunidades autónomas y ser capaces de cumplir con lo que se espera de España como miembro de la Unión Europea. Lo contrario sería una burla para todos los españoles, especialmente para aquellos que han hecho grandes esfuerzos para frenar la más mínima posibilidad de que la extrema derecha vuelva a gobernar en España.
Y si los políticos no son capaces de llegar a un acuerdo para que el partido ganador forme gobierno y someten a la ciudadanía a esta desazón de las últimas semanas, la responsabilidad recaerá sobre todos ellos, especialmente sobre los dos que tienen que sentarse a negociar -Psoe y UP- y "no levantarse hasta que haya fumata blanca". De hecho, esos medios de comunicación afiliados a la zozobra y al barullo mediático, se encargarán de repartir culpas por igual, con mucho gusto. Aunque parezca injusto y uno (UP) sea el que impone un “trágada incoherente e indecente”, el otro (PSOE) debe sacar o inventarse sus habilidades para sortearlo y llegar a buen puerto. Esto no se arregla rompiendo la baraja. Se arregla asumiendo que “no pueden levantarse de la mesa sin acuerdo de Gobierno para todos los españoles”. Si ambos dos están plenamente convencidos de esto, no se levantarán.
A Iglesias habría que decirle que si lo que quiere es ser ministro a toda costa, que primero apoye una Investidura, que deje que se forme Gobierno, que negocien unos programas conjuntamente y quizá, como resultado de esta buena colaboración y de arrimar el hombro para la estabilidad del Estado, podría aspirar a ser ministro en unos años. De esta manera, si se hunde la gobernabilidad, no será ministro nunca. Pero todos sabemos que… ¡Iglesias siempre tiene prisa por asaltar los cielos!. Y siempre está dispuesto a explicar cómo él es el enviado de los dioses que viene para instruir al mundo sobre “lo que es la Democracia”. Pico de oro y discurso no le faltan. Ahí están los 3,7 millones de votos que aún confían en sus promesas aunque el partido lo tenga hecho añicos, las confluencias desperdigadas y su equipo cofundador huido y clamando al cielo porque “Iglesias insulta nuestra inteligencia”. Pero él sabe que aún le quedan 15 minutos para agarrarse al sueño de su vida y lo hace impartiendo con tono de superioridad -muy molesto por cierto- lecciones de democracia. Todo lo demás, en estos momentos no importa. Esa es la posición suicida a la que deben hacer frente, y sortear, Sánchez, sus asesores y su equipo de la Ejecutiva socialista.
Pero tanto, por parte del equipo negociador socialista, lo primero es asumir el perfil sicológico del partner preferente y su ansia de poder, pero además asumir que, “Iglesias siempre tiene prisa”. Y si tiene que poner un país patas arriba, lo pone. Escuchándole hablar, a él y a Irene Montero, los que ya tenemos unas décadas de historia democrática, hemos luchado en una dictadura y atravesado una modélica Transición, captamos ese torniquete de que “vienen a enseñarnos democracia”, porque el mundo -en sus delirios de grandeza- ha cambiado pero nosotros no nos hemos enterado. Los tiempos son modernos y “las urnas dicen que nosotros -dixit Montero- tenemos que gobernar en Coalición”. Recuerda Irene Montero, la número dos de Unidas Podemos y esposa del líder, que “ahora las democracias son de gobiernos de coalición y que en España no tenemos costumbre y por eso los socialistas se resisten a abandonar el bipartidismo”. "Así que, tarde o temprano, el PSOE tendrá que ceder", añade Iglesias apuntando a septiembre o noviembre sin moverse un apice de sus pretensiones.
Dado que tienen tras de sí esos 3,7 millones de votos y 42 escaños, absolutamente necesarios para que Sánchez y el Psoe puedan conformar Gobierno, no queda otro remedio que escucharles por supuesto y además incorporarles a las funciones de gobierno, de una u otra manera, aunque su discurso de grandeza resulte insoportable para la lógica y haga aguas por todas partes. “Nosotros no tenemos experiencia, pero aportamos frescura y juventud” reconoce Montero. ¿Es eso lo que cabe esperar de un Consejo de Ministros abocado a tomar importantísimas decisiones que requieren conocimiento, experiencia y perfil profesional?¿Con este mismo criterio han sido elegidos los parlamentarios, comisarios y cargos institucionales en la Unión Europea, o se han buscado los mejores curriculos y los de máximo nivel y experiencia profesional? Habría que preguntarle a Montero. Habría que preguntarle también y en ello está el discurso de Sánchez, si tienen algún perfil adecuado para que sustituya a Josep Borrell, como ministro de Exteriores español, que ha sido designado como Alto Representante de Exteriores en la UE; o como Nadia Calviño, ministra de Economía , ex jefa de presupuesto de la UE y propuesta para presidir el FMI; o como el juez Marlaska, o como la fiscal azote del islamismo, Dolores Delgado, o el astronauta y prestigioso profesional de la Ciencia y Tecnología, Pedro Duque, o como la magistrada, ex miembro del CGPJ y ex Secretaria de Estado de Justicia e Interior, Margarita Robles. Y eso es exactamente lo que les ha pedido y ofrecido Sánchez, que le traigan estos perfiles, del entorno de UPy que con gusto estudiarán conjuntamente incorporarlos al nuevo Gobierno de coalición, cooperación o como quieran llamarlo. La cuestión es que Iglesias considera que esto es una idiotez. Quizá, prefiera decir esto antes que reconocer que la mayoría de los miembros de UP no tienen esos perfiles de nivel como para aspirar a ser ministros, ni se les espera de momento.
Ahora, con la incorporación del frescor, la ambición desmesurada y la exigencia intransigente, Sánchez, aunque no lo expresa por respeto al socio preferente, se teme que tendría que “tragar” quiera o no quiera a ministros que apenas superan la categoría de “profesores asociados de universidad"sin más curriculum añadido que ese mismo. Y de forma elegante, Sánchez lo expresa y repite para ver si sus socios lo entienden. Pero, con sus votos, sus 42 escaños y siendo la cuarta fuerza política del país, los socios se creen con derecho para gobernar España. Para ellos, no hay otra salida. Por tanto, insisto, al equipo Sánchez le corresponde torear ese miura y rematar una faena que ponga en funcionamiento de nuevo, el motor económico y social de un país de primera magnitud llamado España. No esperamos menos de ellos.
Ya vendrán tiempos mejores, en los que los “frescos jóvenes que vienen a comerse el mundo” se sientan atragantados de su inexperiencia y tengan que sentarse a aprender de los que saben más que ellos. Esto mismo les ha pasado en Madrid, donde la excelente ex alcaldesa Manuela Carmena, les ha señalado como culpables de no haber podido seguir gobernando la ciudad. Y esto, los españoles, que no son idiotas lo verán con claridad y, tiempo al tiempo, lo pagarán en las urnas. Pero ahora, de momento, apelamos a la responsabilidad política del Psoe y su equipo para que alejen las urnas de nuestro horizonte porque nos tememos que la gente hastiada, y alentada por los medios, castigue a las dos partes por igual y que la extrema derecha, que ya huele la sangre, avance con el campo despejado.
La parte más sensata debe de sacar el ovillo de Ariadna para salir del laberinto sin que les mate el minotauro de Creta a ambos, no vaya a ser que los que esperaran el fracaso unan sus carros y carretas para retrocedernos a todos los derechos civiles y sociales recuperados con tanta lucha, sudor y lágrimas.
Son nada menos que 8.124 ayuntamientos y 17 Comunidades Autónomas, los que están paralizados esperando a poner en marcha los presupuestos que atañen al normal funcionamiento de miles de empresas, pymes y la vida de casi 45 millones de personas, pendientes de un capricho. Si repetir eleciones no debe de ser una opción ¿a qué esperan para sentarse y adoptar el compromiso con la ciudadanía de que no se levantarán hasta que tengan un gobierno y un presidente para investir?. Y si es Iglesias el escollo principal, como así parece ser, pues que de un paso atrás y no se lo piense dos veces.