Tanto los médicos del ejerció mixto, especialistas como de Atención Primaria, y también los servicios del 061/ SUAP (emergencias extrahospitalaria), no se merecen el trato dispensado por un INGESA que no sabe gestionar ni mimar a un personal que es clave en la salud pública ceutí. La tabla salarial de los médicos es irrisoria comparada con otros funcionarios de la AGE en Ceuta.

La asistencia sanitaria privada ha sufrido un varapalo desde el cierre del hospital militar, y esta necesita a los galenos del ejercicio mixto.

A los facultativos hay que pagarles, incentivarles y motivarles. Pagarles por su tiempo de estudios y una formación que nunca termina. Incentivarles a venir a una región extrapeninsular con sus peculiaridades y motivarles con medios materiales.

Sanidad no ha aprendido nada de la pandemia, no cuidamos a quien nos cuida, de ahí que haya una fuga de cerebros a otros países europeos, y ya, no hablemos a otros lugares donde un médico puede llegar a cobrar trece mil euros al mes. Los médicos latinos y de otros países, cubren en España los puestos que no quieren los profesionales españoles que busca de un sueldo digno a su status.

La sanidad privada malcrece, haciendo un flaco favor a un INGESA que hace un paripé de acercamiento, parapeto de la señora Belén Hernando que no está ni se le espera, ¡Belén llama!

Los médicos quieren lo mejor para la sanidad y sus pacientes, por ello, están cayendo en el error de lamentarse por la situación, cuando ya tenían que ir a degüello para no alargarla más y hacer claudicar al Instituto, además teniendo la sartén agarrada por el mango.

Pero para más inri es donde está el Estado, sus representantes en Ceuta, tanto a nivel local Gutiérrez como Nacional Rafael García. No, Vivas no tiene nada que rascar aquí, lo decimos para aquellos que creen que el Gobierno local puede hacer algo en este asunto.