El jueves día 5, la Asociación Digmun, para conmemorar un año más el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, celebró con las mujeres del proyecto “Mujer Avanza” y "Alfaiguálate", el Tercer Certamen de ‘Mujeres Luchadoras’ en el restaurante Bahía Club (antiguo Rigoletto). En él acto, se premió a 4 de las alumnas por su esfuerzo y constancia día a tras día.

Digmun dice que, las mujeres tienen la oportunidad de alzar la voz públicamente un año más y no lo van a dejar pasar, por ello celebran los logros ya conseguidos donde muchas mujeres alrededor del mundo han luchado para que hoy disfruten de los derechos que tienen. La asociación, es también consciente de que queda mucho por recorrer. “Son muchas las razones que nos vienen a la cabeza cuando pensamos en la lucha feminista que nos queda por conquistar, sobre todo a mujeres como nosotras, mujeres extranjeras, mujeres de otra cultura”, apunta Digmun.

Para estas mujeres la situación en la que se encuentran en la frontera la mayoría de los días, soportando largas colas y sufriendo todo tipo de agresiones, indigna. “Muchas veces nos sentimos tratadas como animales o personas de segunda clase”, lamentan.

Estas mujeres también sueñan con tener un trabajo digno, donde se le respete su labor y se les reconozca con un salario justo. “Queremos trabajar, pero también queremos una retribución respetuosa, con un seguro que nos permita una seguridad en el trabajo y nos facilite el paso por la frontera”, exigen.

También estas mujeres quieren que se les valore el esfuerzo que hacen diariamente al venir a trabajar a Ceuta, ya que, “somos nosotras, las mujeres que cruzamos diariamente la frontera, las que cuidamos de los niños y niñas, de los mayores, las que cocinamos, limpiamos y hacemos posible que las mujeres de Ceuta puedan ir tranquilas a su trabajo sabiendo que nosotras nos ocupamos de su familia y de sus casas”, explican.

Asimismo, reivindican poder tener acceso a la sanidad y a una educación reglada que “nos permita seguir desarrollándonos como personas”.

Por otro lado, quieren involucrase tanto como puedan socialmente. “No tenemos miedo a tener obligaciones como ciudadanas porque sabemos que eso también traerá derechos que mejoraran nuestra situación”, afirman.

Queremos un trabajo y un trato digno, queremos ser tratadas como personas.

Por todo ello, alzan la voz por todas las mujeres, pero especialmente por las migrantes, las sin papeles, las que “como nosotras sufren todos los días las consecuencias de una frontera inestable. Incansables seguiremos luchando por mejorar nuestra situación, juntas todas, lo conseguiremos”, aclaman.