El director general de la Administración de Aduanas e Impuestos Indirectos (ADII) de Marruecos, Nabyl Lakhdar, desmintió la posibilidad de que las ciudades autónomas sean aduanas comerciales, porque es una “decisión política", y advirtió que, para desarrollar operaciones comerciales, “es necesario construir infraestructuras”, y puntualizó que las fronteras españolas hoy en día, “las condiciones geográficas no lo permiten”, zanjando el asunto diciendo que, “no es un tema de actualidad”.

Lakhdar, tiene claro que, Ceuta y Melilla, son pequeños pasos, las aduanas comerciales necesitan más espacio, como áreas de visita, de control..., aunque la de Melilla si lo dispuso, pero “la frontera de Ceuta no lo permite para plantearnos tal proyecto”. Esto da a entender que no hay voluntad política por parte del dirigente marroquí, que cierra la posibilidad de abrir otros pasos en otra zona de la valla para el paso de mercancías.

Según El Confidencial a través de Ignacio Cembrero, la diplomacia marroquí teme que:

“La apertura de aduanas pueda ser interpretada como un reconocimiento implícito de la soberanía de España sobre esas dos ciudades, especialmente sobre Ceuta, que nunca contó con ella”.

Esto deja claro que solo serán pasos fronterizos de viajeros, esto mismo, lo ratifico el director general de ADII, que además en lo referido a tolerancia cero, y como se aireaba en Ceuta, no pasaría ni un solo tomate, eso ocurre también en Melilla que, no permiten ni el paso de un una caja de bombones como souvenir, y según El Confidencial los populares melillenses, han pedido que, “desde España se actúe con reciprocidad”.

Según las declaraciones de Lakhdar nos manifiestan que el presidente, Sánchez, más allá de renunciar a esa neutralidad con respecto al distendido problema del Sáhara Occidental, y dar ese giro inesperado de alinearse con Marruecos, no ha conseguido prácticamente nada, ni siquiera las aduanas comerciales. Salvo que, más o menos vuelva a la normalidad y, que a mediados de este mes comience la OPE o Marhaba 2022.

El recaudador de aranceles, el director general marroquí, todo lo basa en el contrabando que, para él, es una época superada, y es ilegal a lo que en Ceuta se denominaba comercio atípico, cuyas exportaciones irregulares desde las dos ciudades rondaban los 1.400 millones anuales. Está claro y en su derecho está, que Marruecos quiera hacer caja. En fin, nosotros lo vemos como una forma encubierta de trabajo en la zona norte marroquí, de la cual, el lado vecino justificaba la falta de trabajo, aunque en el español, también yacía un mercadeo encubierto calificado de atípico.

La entrevista con Lakhdar fue momentos después de que los presidentes de Ceuta y Melilla viajasen a Bruselas con diferentes ejes, entre los que estaban el ingreso en la unión aduanera, una petición ignorada –como siempre- por temor a la reacción marroquí. Una de ellas ha sido la invasión de la frontera el 17 y 18 de mayo del pasado año. Como también, le han echado atrás formar parte del espacio Schengen.

El director general de Aduanas en unas declaraciones al semanario TelQuel, aseguraba que, “el contrabando tal y como se vivía hace años es una era pasada”.

Si algunos trabajadores y comerciantes esperan reanudar el tráfico de mercancías entre los enclaves españoles y Marruecos, Nabyl Lakhdar, afirma claramente que:

“Se acabó el contrabando. ¿Qué alternativas para estos trabajadores?”

Recordemos que, unos 9.000 marroquíes dependían de esta forma de vida. Las autoridades les prometieron “soluciones alternativas”, para estos trabajadores transfronterizos, y en particular para las “mujeres mulas”. Séase la famosa fábrica de textil en Nador…

Nabyl Lakhdar señala al semanario TelQuel, para ser claros que,

“El contrabando como se vivía hace unos años es cosa del pasado. El contrabando, más allá de todo lo que se pueda decir, es ante todo algo ilegal…”. "Tolerancia cero al contrabando en los dos enclaves".

La agencia EFE manifiesta que, según Nabyl Lakhdar, sus palabras en la entrevista fueron "malinterpretadas y sacadas de contexto”. Y ahora viene a decir que es “cuando los dos ministerios se pongan de acuerdo…, nosotros los aplicamos", quien reiteró que su administración "no toma la decisión política".

El director general, según ha podido saber El Confidencial, revisó y dio el visto bueno a la entrevista marroquí antes de su publicación. Como dice El Confidencial esta polémica llega en un mal momento para Sánchez, quien el 8 de junio comparecerá en el Congreso de los Diputados para explicar la nueva relación establecida con Marruecos. “Sánchez puso así fin a la crisis con Rabat, pero abrió otra de calado con Argel”, afirma el medio.