La última DANA que azotó la Comunidad Valenciana dejó graves daños materiales y, lamentablemente, varias víctimas, mientras los habitantes afectaban las imágenes de destrucción en sus hogares y calles inundadas. El impacto fue tan severo que activó una respuesta de emergencia en varios frentes; sin embargo, esta no llegó sin polémicas y cuestionamientos.

Retraso en el despliegue de la UME y problemas de coordinación

Desde el inicio de la crisis, el despliegue de la UME se vio envuelto en críticas debido a su demora, lo que generó una discusión entre el Gobierno central y el autonómico. La ministra de Defensa, Margarita Robles, prometió que las fuerzas del Estado apoyarían "con todo lo necesario" y envió más de 1.000 efectivos a la zona, con especial enfoque en labores de rescate y apoyo logístico​.

No obstante, algunas voces apuntan a que la falta de coordinación entre las administraciones y las limitaciones del sistema de emergencias valenciano, como el colapsado 112, contribuyeron a la demora y, en consecuencia, a un mayor sufrimiento de la población afectada.

Tensiones políticas y el debate sobre la eliminación de la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE)

Una de las decisiones más controvertidas del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, fue la disolución de la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE), instaurada por el gobierno anterior para fortalecer la respuesta ante emergencias naturales. La Generalitat argumentó que la UVE solo duplicaba funciones de los bomberos y no aportaba mejoras significativas, lo que en su momento generó críticas de quienes hoy consideran que dicha unidad hubiera sido de gran ayuda​.

Las diferencias sobre esta decisión resurgieron en redes sociales y en la oposición política, que señalaron a Mazón y a su equipo como responsables de no haber contado con un organismo especializado en desastres naturales cuando era más necesario.

Dolor, solidaridad y la promesa de reconstrucción

Ante el dolor por las pérdidas humanas y materiales, las comunidades locales han mostrado su solidaridad en diversas formas. En medio de la tragedia, los valencianos han sido testigos de actos de ayuda mutua, así como de esfuerzos nacionales por aportar esperanza a las zonas más afectadas. Los reyes de España visitaran la región, con el objetivo de brindar apoyo moral y dar visibilidad a las necesidades de los damnificados, quienes siguen luchando por reconstruir sus vidas.

Con esta visita y la creciente presión política, queda la esperanza de que las autoridades locales y nacionales encuentren soluciones de cooperación que eviten que otra catástrofe se convierta en el eje de disputas.