Como se establece el último decreto de la autoridad delegada vigente hasta el 28 de febrero, los cuerpos y fuerzas de seguridad reforzarán su presencia en la calle para controlar y disuadir la formación de grupos y reuniones sociales más de dos personas no convivientes.

Esta decisión tomada por el CECOR, constituido entre la Ciudad y la AGE, para el seguimiento de la crisis sanitaria, está coordinada por el consejero de Sanidad.

En la reunión, se dio cuenta del aumento de llamadas a centralitas policiales denunciando incumplimientos de las medidas, lo que unido a la relajación en la percepción del riesgo y a la mejora climatológica, ha provocado una mayor afluencia de personas y reuniones sociales.

Por este motivo y apoyados por Protección Civil, se intensificará la presencia y control en parques, especialmente el de Juan Carlos I –desalojado por la Policía el pasado sábado- calles peatonales y zonas de formación de grupos, sobre todo de jóvenes. Igualmente, se ha requerido de las autoridades educativas, que insistan tanto a las familias como a los estudiantes reduzcan al mínimo sus interacciones sociales. Asimismo, se intensificará la vigilancia en el montes y playas.

El consejero se ha referido que el número de denuncias por infringir las restricciones supone unas 500 semanales y suman más de 8.000 expedientes sancionadores desde que comenzó la pandemia.

También se ha percibido un ligero repunte en la afluencia de viajeros de salida a la península los fines de semana, justificándose la mitad el regreso al domicilio familiar y una cuarta parte en la asistencia a citas médicas. No obstante, los cuerpos de seguridad han detectado un número incipiente de documentos falsos, hecho que preocupa a las autoridades, puesto que la ciudad sigue perimetralmente cerrada y solo se puede viajar en los supuestos excepcionales contemplados en el decreto.