Cuál es el futuro de los profesores de Religión de Ceuta
En contra de la ley, durante los dos últimos cursos a los docentes de esta asignatura se les ha impedido completar su horario con otras tareas.
Para VOX, el profesorado de Religión y Moral Católica de Ceuta lleva años soportando la incertidumbre de qué ocurrirá con sus trabajos cada inicio de curso. En septiembre del año pasado, la Dirección Provincial del Ministerio de Educación obligó a estos docentes, bajo amenaza de despido, a firmar nuevos contratos en los que se reducía su horario y, en algunos casos, de manera drástica. El director provincial no permitió que, como ha venido ocurriendo hasta ahora, estos profesores completaran su horario con tareas como atender la biblioteca o apoyo. Algo que sí se le permite al resto de miembros del claustro, de los que los profesores de Religión también forman parte. Sin embargo, el director provincial no quiso aplicar las instrucciones del Ministerio y este año los profesores de Religión ni siquiera aparecen en las directrices dadas desde Educación.
Ante esta situación de incertidumbre, la diputada de VOX por Ceuta, Teresa López, se ha dirigido al Ejecutivo central para que diga si va a reducir los horarios a los profesores de Religión o si, por el contrario, va a permitirles complementar el horario lectivo con tareas complementarias, como así contempla la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Y es que, ante las carencias de profesorado, estos docentes son un recurso fundamental para los equipos directivos.
Teresa López a modo de pregunta cuestiona:
“Tiene pendiente el Gobierno promover la aprobación de instrucciones para regular la organización y funcionamiento de los centros y permitir a las jefaturas de estudios poder completar, en caso de que fuera necesario, el horario de los profesores de Religión con tareas como guardias, atención a la biblioteca o realización de programas y proyectos educativos”.
Por ello, VOX traslada así la reivindicación de este colectivo de docentes de no quedar a merced de la interpretación que:
“Haga cada director provincial en función de su signo político y de unas instrucciones que, cada año, varían en función de quién tenga las riendas del Gobierno”.