Entrega del 18º Premio Convivencia, a la chef hispanomarroquí, Najat Kaanache
Vivas, en su intervención, ha destacado que, el Premio se creó en 1998, y "no ha perdido vigencia".
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, acompañado del consejero de Cultura, Carlos Rontomé, ha hecho entrega del 18º Premio Convivencia, a la chef hispanomarroquí, Najat Kaanache, por su labor solidaria con las mujeres desfavorecidas.
Vivas, en su intervención, ha destacado que, el Premio se creó en 1998, y "no ha perdido vigencia". Vivas en su elocuencia ha querido transmitir que:
"Basta con observar algunos dramas, algunas actitudes, algunos discursos para llegar a la conclusión de que sigue siendo necesario movilizar conciencias y corazones en favor de la convivencia, de la concordia, de la fraternidad. La convivencia nos dignifica y enriquece, como personas y como sociedad; Ceuta es un buen ejemplo: frente a la hipotética imagen de una ciudad enfrentada y dividida por razones étnicas o religiosas y lastrada por la segregación, comparecer ante el resto de España, de Europa y del mundo como lo que somos, un lugar de encuentro, inclusión y convivencia, un lugar donde forma parte del paisaje cotidiano los principios y valores que son pilares de nuestra Constitución y del acervo fundacional de la Unión Europea, genera simpatías, estimula la solidaridad y hasta favorece el desarrollo económico”.
De la chef, el presidente ha reseñado "tres valores esenciales para la convivencia que hoy celebramos", de Najat Kaanache, la cual se trata de una mujer comprometida con: la defensa de los derechos humanos, la igualdad, en todos los ámbitos, y la libertad, en cualquiera de sus manifestaciones.
La guerra de Ucrania y la emergencia humanitaria también han estado presentes en el acto. El Ejecutivo autonómico, ha finalizado sus palabras con un recuerdo para el pueblo ucraniano, el cual es:
“Víctima del horror y el drama de una invasión violenta, injusta e ilegítima”.
Por eso, el mandatario ceutí dijo que, este acto debe ser también:
“Un grito de basta ya, una firme apelación para que se ponga fin a dicha tragedia. Mientras tanto, nuestras conciencias y nuestros corazones estarán inevitablemente tristes y embargados, sin calma, impotentes, indignados”.